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23 mar 1990

EL DR. NATHANSON EN PAMPLONA

 EL DR. NATHANSON EN PAMPLONA


EL pasado miércoles tuvimos la oportunidad de escuchar en Pamplona al Dr. Nathanson, el "Mandela" del movimiento pro-vida. Una multitud se agolpaba a las puertas del lugar de la conferencia mostrando gran inquietud por un tema candente y discutido.
Después de ver el escalofriante video "El eclipse de la razón" , presentado por el propio Dr. Nathanson  no me cabe duda alguna sobre la realidad del aborto. ¿Es posible, dicen los más ingenuos, que esto suceda a fines del siglo XX ?
Creo que, por desgracia y de hecho,  no solo es posible, sino que el aborto es un brote más de la violencia inhumana que ha azotado nuestro siglo. El aborto está en plena coherencia con otros salvajismos "civilizadores" de nuestro tiempo, aunque por ser el más "justificado" sea quizás el más perverso.
Recordemos que hace poco más de 100 años la esclavitud era un hecho socialmente aplaudido en los Estados Unidos. Y que hace tan solo 50 hubo todo un pueblo que creyó en el mito de la raza perfecta. Entonces, se llegaron a realizar todo tipo de experimentos sobre seres humanos, siempre en pro de la "ciencia", desde la masacre rápida de los judíos a la curtición de pieles humanas en siniestras factorías.
Hoy hay quienes cuantifican el valor de las vidas humanas por el tamaño físico de las víctimas.  En 1990 se comercializan solapadamente, los cuerpecillos todavía calientes de miles de niños no nacidos, dicen que con fines médicos... pero también Hitler creyó hacer avanzar la ciencia.
¿Es entonces el aborto algo opinable, como la existencia de los ovnis o la construcción de un pantano?  Rotundamente no. Si estamos contra el aborto es porque defendemos el derecho de todos a la vida. Un derecho que no es fruto del consenso o la voluntad humana, sino de una ley natural tan real, como la de la gravedad o las de la genética.
Aceptadas estas premisas, ¿Qué significa la despenalización de algo tan grave?.  En la práctica supone la legalización y, dado el confusionismo moral, la "legitimación" del aborto. No cabe pues la neutralidad en este asunto, ni posturas intermedias o restrictivas. Por eso habría que pedir la derogación de la ley actual. No tanto para penalizar al abortista, como para salvar al abortado.
Que pena que quienes dicen basar sus actitudes políticas en el "humanismo cristiano" no sean capaces de demostrarlo con hechos y lo sacrifiquen todo a la conquista del poder, amoldando sus programas electorales a la volubilidad de las encuestas.
Tengan en cuenta que Dios perdona siempre, y los hombres a veces, pero la naturaleza NUNCA.

PUBLICADO EN LA VERDAD

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