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21 feb 2021

Una violencia útil al sistema




La rabia destructora de la Revolución que golpea de forma recurrente y en apariencia sin sentido sirve para que políticos como Pedro Sánchez parezcan hermanitas de la caridad. Es una pinza que siempre ha funcionado así. Sans-culottes y girondinos, bolcheviques y mencheviques, etarras y peneuvistas, poli malo y poli bueno, el árbol y las nueces...

Igual que Mahoma -otro revolucionario- no creen en los misioneros, ni en la persuasión o el simple convencimiento sino en la yihad, la guerra santa, la destrucción y el sometimiento a sangre y fuego. Por eso, ya desde los tiempos de la Reconquista española, todas las guerras que la contrarrevolución ha llevado a cabo han sido luchas defensivas, por la supervivencia del orden cristiano: vendeanos, jacobitas, carlistas, miguelistas, rusos blancos, cristeros...

Nosotros nunca empezamos las peleas, somos gente pacífica, no nos gustan las algaradas, admiramos el espíritu caballeresco que honra al noble adversario, pero cuando llega el momento, cuando se colma el vaso hacemos lo que hay que hacer.

Nosotros somos contra revolucionarios, no queremos hacer una revolución en contra, sino hacer lo contrario de la revolución. No nos gusta destruir sino construir. Somos los auténticos tolerantes porque no somos relativistas y sabemos donde están los limites de lo tolerable. Nos repugnan el terrorismo, la guerrilla urbana, la destrucción de monumentos y el matonismo, pero mas asco nos dan los "moderados" que recogen las nueces y son maestros en tiranizar a los pueblos con las leyes, las multas confiscatorias y el código penal.

Cuando llegue la hora -si es que no vamos directamente a las catacumbas- nos enfrentaremos otra vez a la tiranía de los moderados, no tanto a la chusma de descerebrados sino a las "fuerzasycuerposdeseguridaddelestado" que mandará un ministro con corbata, a espadones bien pagados como el general Concha. Entonces su propaganda remilgosa e hipócrita dirá de nosotros lo que ahora no dicen de los rompeescaparates y nos llamarán bandidos, rebeldes, facciosos, golpistas, reaccionarios o inadaptados.

Si se nos da medio bien se nos sumarán otros moderados, los conservaduros, que traerán consigo egoísmos, ideologías y venganzas que contaminarán nuestro mensaje. Pero esa es otra historia.

¿Y ahora? ¿Estamos a tiempo de detener esta locura? No tendría por qué ser tan difícil cuando lo único que pedimos es respeto y libertad. Pero sí, lo es. No van a parar porque saben que esta táctica les sirve. Así que vayan haciéndose a la idea.

13 feb 2021

Unos carlistas limpian el monumento al general liberal Concha: respeto a los muertos

Memoria histórica de la buena



Antes

Durante

Después



Este sábado, 13 de marzo, tocaba jornada de memoria histórica de la buena. Un grupo de carlistas navarros nos acercamos a Abárzuza para limpiar el monumento al general liberal Concha que se encontraba en un estado de abandono lamentable. 

Ante la moda destructora al estilo talibán que están promoviendo las "leyes de memoria histórica" nos ha parecido oportuno hacer este gesto constructivo. Para decir al mundo que no hay que tener miedo de la historia, que no es lícito arrancar del pasado las páginas que no gustan a uno, y que los muertos, sean quienes sean, merecen respeto.

Nosotros somos carlistas, herederos de quienes en el campo de batalla se enfrentaron con el general Manuel Gutiérrez de la Concha, marqués del Duero, un destacado jefe del ejército liberal que fue derrotado y resultó muerto en Abárzuza en junio de 1874. Teníamos entonces muchas razones para sublevarnos contra aquellos gobiernos que trajeron la revolución liberal a las Españas. Y las seguimos teniendo ahora para oponernos a todas las políticas que procuran la destrucción de nuestro pueblo. Hemos recibido de nuestros veteranos ejemplos admirables que nos animan a seguir resistiendo. Ellos tuvieron la valentía de señalar los errores de las ideologías, y nos dieron ánimo para soñar con una España tradicional, católica y foral... Lo que nunca nos enseñaron fue a odiar.





¿Hasta cuándo vamos a soportarles?




Me llega ahora, no se muy bien por qué, una noticia del año 2013 en la que no se sabe si fastidia más el contenido o las formas, esa manera despectiva de hablar de "la riqueza de las familias".

El caso es que hoy, en 2021, seguimos en las mismas. Y amenazados permanentemente por la misma casta de mangantes, cada vez más envalentonados. 

Se dedican a montar un espectáculo cutre, carísimo, que consiste en copiar y pegar los "paquetes de medidas" ideológicas que surgen de mentes enfermas y se aplican en países aún mas depravados.

Viven del cuento, constituyendo una nueva casta de privilegiados dóciles a sus superiores plutócratas, inflexibles con las clases medias y humildes.

Alimentan un mercadillo electoral carente de fundamento, que se mueve por impulsos de compra, por candidatos robóticos, por impactos monetizados, que no admite la participación de los disidentes.

Engrasan el sistema con el reparto de subvenciones, el pan y circo de la videobasura, y el tejido de una red de estómagos agradecidos. 

Y al final, cuando se dan cuenta de que su sistema democrático es una estafa piramidal ponen a sus esclavos financieros a pensar en nuevas formas de perpetuar el saqueo de las familias. 

Los reyes antiguos tenían bufones, si, pero respetaban a la gente. En cambio estos reyezuelos progres nos tratan a todos como a jorobaditos graciosos. Estamos tardando en  desempolvar aquellos viejos libros que hablaban del tiranicidio.

12 feb 2021

Las pérdidas de España

Ahora que estamos viviendo en directo y desde dentro una nueva "pérdida de Hispania" es muy necesario conocer cómo se desarrolló la primera. 

Aquella antigua España católica se perdió por las luchas de partidos, que entonces eran bandos nobiliarios, combinadas con la invasión sanguinaria del Islam. 

Todo es mucho mas complicado ahora pero los paralelismos son sorprendentes. No se pierdan este gran trabajo que editó el Instituto CEU de Estudios Históricos hace tres años. 

Magnífica interpretación de Telmo Aldaz de la Quadra-Salcedo como rey Rodrigo, por cierto... 

¿Seguro que murió en la batalla de Guadalete? Algunos tenemos nuestras dudas. El rey que ha de venir puede que no se llame Rodrigo. Pero vendrá. Y será un rey como Dios manda. 


4 feb 2021

Otra vez sobre Franco y los franquistas



Ya en otras ocasiones he entrado en este debate recurrente dando mi opinión sobre Franco y el franquismo y ahora podría resumirla en estas dos ideas: "la historia para los historiadores" y "los carlistas fuimos antifranquistas cuando había que serlo". 

La chispa para reabrir la cuestión han sido unas declaraciones del cardenal Osoro en las que viene a decir que no le haría gracia acoger los restos del general Franco en el espacio que su familia tiene en La Almudena. No se hasta qué punto se da cuenta el señor cardenal que con esa actitud deja a la Iglesia en una situación penosa pues la presenta como una institución desagradecida e incoherente. ¿Qué explicación puede haber para que un cardenal de la Iglesia discrimine de esa forma a un hombre que en 1953 fue distinguido por el Papa con la "Suprema Orden Ecuestre de la Milicia de Nuestro Señor Jesucristo"?. ¿Cómo explicar el agravio comparativo que supone el entierro en la catedral de Avila, con todos los honores, de Adolfo Suárez, el que fuera secretario general del partido de Franco?

El caso es que aprovechando la ocasión un amigo franquista ha arremetido contra los carlistas comparando nuestro viejo antifranquismo con el de los actuales antifranquistas.Y no se da cuenta de que son antifranquismos diferentes. 

Hubo un tiempo en el que los únicos antifranquistas, los únicos que se atrevían a llevar la contraria al dictador eran carlistas. No todos los carlistas, por supuesto, pero sí muchos de ellos. Y el tiempo les ha dado la razón.

Los 38 años de reconciliación, reconstrucción católica y social presididos por Franco no se fundaron políticamente en la soberanía social sino en la arquitectura artificial de un régimen autoritario que se desmoronó al morir el general o, peor aún, que pasó entonces de dictadura de partido a dictadura de partidos. Lo que criticaban aquellos viejos carlistas -cuando vivía Franco, no ahora 45 años después, como los cobardes que hacen leña del árbol caído- era el partido único, las formas huecas, el centralismo, el paripé de unas cortes nombradas a dedo desde arriba, el estatismo creciente cuyo testigo ha heredado la partitocracia... Son razones, como se ve, totalmente distintas a las que fundamentan el antifranquismo progre de nuestros días.

Y digo que tenían razón aquellos críticos de entonces porque es evidente que algo falló en las previsiones optimistas de aquel "atado y bien atado". ¿Para cuándo la autocritica de los franquistas? Si todo era tan bueno y estaba tan bien atado ¿cómo es posible que se haya llegado a la situación actual?

Lo de Osoro es de vergüenza ajena, porque demuestra un desagradecimiento atroz a un gobernante cuya buena intención no juzgamos los carlistas. El problema de Franco no es lo bueno que hizo -aquellas cosas por las que se supone que recibió una condecoración papal-, sino lo que él y los suyos dejaron de hacer para posibilitar una vuelta real a la España tradicional. Y lo dejaron de hacer, dicho sea de paso, por complejo ante la moda extranjerizante mientras se llenaban la boca de España: primero la de los fascistas europeos y luego la de los yanquis.

No digo que fuera fácil. No juzgo intenciones. Solamente digo que entiendo y defiendo las razones de nuestro viejo antifranquismo carlista. Y que si ahora parezco a veces franquista es porque soy heredero de un antifranquismo diferente, mucho más auténtico y radical que el mezquino políticamente correcto. 

Dicho esto, podemos pasarnos la vida analizando los 38 años de un gobierno que terminó hace 45. Pero eso no es política, eso es historia.