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13 ene 2014

Al final resulta que los monárquicos carlistas somos más "demócratas" que los liberales.

El popular blogero "Embajador en el infierno" ha publicado una entrada en la que reivindica el voto femenino tal como lo pedía, en nombre del Carlismo, el gran Juan Vázquez de Mella. Es un asunto poco conocido que sin embargo tiene mucha lógica.

Nuestra posición siempre ha sido lógica, y cristiana. Nosotros renegamos del sufragio universal pues es un sistema que favorece la manipulación y la conversión de la sociedad en masa. Nosotros somos partidarios de la representación, pero no de la que se fundamenta en la aclamación demagógica sino de la que se basa en la participación responsable de la gente. En nuestro sistema tradicional quien tenía derecho a voto era el cabeza de familia... independientemente de su sexo. Y esto se llevaba hasta sus últimas consecuencias. No hay mas que pensar cuántas reinas hubo en la Cristiandad... ¿y cuántas presidentas de república trajo el liberalismo machista?

El invento de la "mujer florero", la institucionalización del peor machismo en la vida social y política han sido obra del liberalismo y concretamente de la masonería. Los ilustrados liberales, por ejercer de anticristianos, son los que retrocedieron al paganismo en cuestiones de raza o de sexo haciendo surgir el racismo y el machismo contemporáneos.

Cuando se planteó el absurdo del sufragio universal los carlistas pensaron que era doblemente absurdo impedir el voto de las mujeres. Pero lo mismo sucede hoy en día. Si el sufragio es de verdad universal... ¿no es absurdo que valga igual el voto de un soltero que el de un padre o madre con seis hijos menores de edad?

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En el blog del amigo "Embajador en el infierno" he publicado también esta aclaración-extensión de los argumentos sobre este tema. Por si sirve:

Para los que parece que no acaban de ver la cosa clara trataré de explicarlo de nuevo y ya nos dirá el señor Embajador si interpreto bien sus intenciones al llamar la atención sobre la petición de Mella sobre el sufragio femenino.

Los carlistas estamos en contra del sufragio universal o general inorgánico. Creemos que la participación en la política ha de partir de la célula básica de la sociedad: la familia. (Por eso, en los estados de la Cristiandad el gobierno era cosa de la familia real y los censos se hacían por fuegos y no por individuos). Naturalmente, la participación de las familias en la vida pública se complementa con la participación social de cada persona -sea hombre o mujer- en las distintas realidades que llamamos los cuerpos sociales naturales (trabajo, universidad, cultura, etc.). Ahora bien, el régimen liberal es mentiroso, siempre ha sido mentiroso como denunciaban ya los primeros carlistas como Vicente Pou en "La España en la presente crisis" (1842). Siempre se presenta como lo que no es. Se llama democracia y es plutocracia, o partitocracia. Habla de libertad y oprime con una tiranía peor que los peores absolutistas.

Los primeros sufragios del régimen liberal eran censitarios, controlados por el gobierno que era quien hacía las listas de electores mientras presumía de recoger la "soberanía de la Nación". Ante esa gran mentira los carlistas decían: ¡que se atienda la voz del pueblo, lo que de verdad quieren la mayoría de los españoles! (vease la primera portada de "El Pensamiento Navarro". En el caso del voto femenino se trata de lo mismo. Por principio no defendemos ninguna clase de sufragio universal pero si se dice que se establece excluyendo a las mujeres (porque son o eran más "conservadoras" que los hombres), o a los menores de edad (porque ello supondría dar más poder a las familias numerosas) entonces tenemos la obligación de denunciar la incoherencia, el oportunismo y la mentira del sistema.

No se trata de que el sistema liberal tenga otras reglas de juego diferentes. El problema es que ni siquiera ellos respetan sus propias reglas.

2 ene 2014

Lo que mas o menos dije ante la sede nacional del PP el 28 de diciembre de 2013

Aquí estamos un año más señor Rajoy, señores del PP. 28 de diciembre. Día en que nos acordamos de Herodes, y de los santos Inocentes, y de las madres de los inocentes. Y hasta de la madre de Herodes.

Somos los representantes de la Coordinadora Por la Vida, una nueva plataforma en la que ya estamos 60 entidades diversas, abierta a todos, abierta de verdad, a todos los auténticos pro-vida, también a los partidos políticos que consideren esta batalla como un principio no-negociable. Con nosotros no lo van a tener tan fácil, señores del malminorismo pepero. Nosotros no nos vamos a dejar manipular. Porque nosotros no somos de los que piensan que un genocidio legal se pueda arreglar con globitos, cancioncitas o saltitos. Todo lo que sea armar bulla está bien. Pero es que esto es una cosa seria. Son más de cien mil funerales juntos. Cada año. Por eso nuestros manifiestos son duros. No pueden ser de otra manera señor Rajoy. Por eso nuestro logotipo, un triangulo negro sobre fondo amarillo, alerta sobre un peligro de muerte.
Nosotros no hemos cambiado. Estamos donde siempre. Aquí, en la calle, protestando. Exigiendo lo mismo. Lo más coherente, humano y lógico del mundo: que los poderes públicos protejan la vida de los inocentes.
¿Y ustedes? Algunos están tentados de pensar que han cambiado, que han movido ficha, por fin, porque han prometido derogar la terrible “Ley Aído”, la ley abortista de Zapatero. Pero miren Vds.... es que a nosotros nos da igual el aborto del PSOE que el aborto del PP. A nosotros no nos engañan. ¿Que abortar ya no será un derecho? Bien está, pero eso a efectos prácticos es una hipocresía mayúscula. Es una salida de leguleyo para cuadrar el círculo de la inmoralidad. ¿Qué es eso de un delito despenalizado? A ustedes que tanto les gusta el imperio de la ley... ¿no se dan cuenta de que un delito sin pena es como un crimen sin castigo? Si no estuviéramos nosotros aquí para denunciarlo sería el crimen perfecto. Pero aquí estamos, y cada vez más decididos.

No, señores del PP, ustedes no han cambiado. Siguen igual. No son el centro sino la medianía. No están en el equilibrio, sino en la equidistancia. Ahora les llueven los palos de todas partes y no nos dan ninguna pena. Les critican los radicales abortistas por no ser consecuentes. Y les criticamos nosotros por ser cómplices de lo que ustedes mismos entienden que es un delito. Desde que alcanzaron ustedes la mayoría absoluta en las Cortes este delito convertido en sucio negocio, este verdadero genocidio silencioso se ha llevado por delante en España cientos de miles de vidas humanas inocentes. Un número enorme si contamos -como hay que contar- todos los métodos abortistas quirúrgicos y químicos. Dos años de gobierno cómplice, más los meses que dure la tramitación de la nueva ley, mas el previsible coladero que tendremos, si Dios no lo remedia, cuando termine esta negociación mafiosa, este tira y afloja que determinará cuántos serán finalmente los cientos de miles de crímenes despenalizados.

En conclusión, aquí seguiremos, vigilantes, hasta que un día se promulgue en España la ley del aborto cero. Y para que ese día llegue no vamos a quedarnos de brazos cruzados. A Dios rogando y con el mazo dando. Les daremos donde más les duele. Desde esta Coordinadora pediremos el voto, cuando toque, a las opciones auténticamente pro-vida. Opciones como por ejemplo la Coalición que ya han constituido para las elecciones europeas el Partido Familia y Vida, la Comunión Tradicionalista Carlista y Alternativa Española.

Somos los representantes de la Coordinadora Por la Vida. Somos los que siempre le hacemos suspender en las encuestas señor Rajoy. ¿Y sabe por qué? Porque no nos fiamos ni un pelo de ustedes. Porque alguien que es capaz de negociar con lo más sagrado... ¿qué garantías nos dará para acertar en todo lo demás?

De lo demás hablaremos otro día. Hoy me contentaré con recordarles que abortar... es matar.