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29 nov 2024

El caso de José María Esparza, o cómo la historia la están escribiendo los vencedores



Admiro a Jose Mari Esparza, de verdad, el tesón apologético que ha demostrado durante décadas en defender todas las patrañas euskadianas imaginables pasadas por el atractivo disfraz del ultranavarrismo es digno de respeto. ¡Qué gran misionero habría sido si no hubiera cambiado la religión católica de sus abuelos por el nihilismo neopagano y sincretista de los nazionalistas postsabinianos! 

Gracias a su Altaffaylla Kultur Taldea, a su editorial Txalaparta y a la financiación proporcionada por todos los hispanófobos euskadianos, todo el conjunto de su incoherente ideología ha logrado un éxito insólito. Navarra ha cambiado en gran medida por culpa de Jose Mari Esparza, el más gramsciano de los rojos y separatistas de nuestros compatriotas. 

Los errores historicistas e interesados que defiende no merecen mas que desprecio por parte de los historiadores honrados. Y sin embargo ahí lo tienen, hablando desde los altavoces del poder sobre cómo se ha contado mal nuestra historia desde los altavoces del poder. Dice Esparza que la historia oficial la escriben los vencedores. Es verdad. Por eso llamaron guerras carlistas a las guerras liberales de nuestro siglo XIX. Y por eso él, que en su feliz ancianidad es portavoz de los vencedores, tiene tanto predicamento en los medios oficiales de los que ahora mandan. Porque Jose Mari Esparza, siendo en realidad un alma libre que se cree llena de amor a su tierra, se ha convertido en el cronista oficial preferido por los que odian a Navarra, odian a las Españas, odian la obra de la Hispanidad y se odian, en fin, a sí mismos. 

Esto viene a cuento porque acaba de sacar a la luz un libro en el que cuenta la historia peregrina de un Tomás de Zumalacárregui presentado como líder de una hipotética república vasca decimonónica que duró tres meses. El bueno del tío Tomás presentado como si fuera un antecedente anacrónico del rojoseparatismo. Sólo le ha faltado decir que era ecofemimista. ¡Venga ya, hombre! 

Jose Mari Esparza, en la foto del Diario de Noticias, órgano oficial de la ortodoxia heterodoxa, sonríe con su libro en la mano porque sabe que la gente -aún- ve un libro y piensa que si está en un libro será verdad. Los que pensamos un poco más, o los que tal vez por nuestro oficio de librero vemos día tras días cómo el papel lo aguanta todo, sabemos que siempre se han publicado libros de mierda, y que nunca se publicó tanta basura como ahora que se imprime bajo demanda.

En fin, el destrozo que él los suyos han hecho es grande. Pero la verdad es una y al final, antes de lo que nos pensamos, acabará brillando como merece.

Aquí está el enlace al Diario de Noticias:

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