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14 mar 2016

La zorra que guarda el gallinero: Hasta que el movimiento pro-vida no se libere del malminorismo pepero no hay nada que hacer

Por si interesa recojo a continuación algunos razonamientos que he mantenido hoy mismo en las redes sociales sobre el hecho de que la plataforma ONE OF US haya invitado a pronunciar un discurso inaugural al nefasto político progre Alberto Ruiz Gallardón:
(http://www.abc.es/sociedad/abci-defensores-vida-lanzan-paris-ambicioso-programa-proteccion-no-nacido-201603130302_noticia.html)

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Se mire como se mire es un escándalo y una vergüenza que hayan elegido a un político progre y abortista como Gay-ardón para inaugurar un encuentro europeo falsamente "pro-vida". Recuerdo que Gay-ardón fue desde el principio un firme partidario de abrir la mano a los deseos del lobby gay y cuando "celebró" su primera "boda gay" en el ayuntamiento de Madrid, siendo alcalde de la capital declaró que las leyes, una vez que están aprobadas nos obligan a todos. Gayardón no ha sido ni valiente ni lejanamente pro-vida. Es un perfecto ejemplo de miembro de la casta política progre que ha corrompido España desde el poder. Tanta ingenuidad por parte de los organizadores del encuentro de "One of us" no es posible. Los dirigentes "oficiales" del movimiento pro-vida "oficial" son unos traidores. Están vendidos a los abortistas y hay que desenmascararlos. Hasta que el movimiento pro-vida no se libere de esa peste no levantará cabeza.

Cuando digo estas cosas sobre los falsos pro-vida me dicen que a ver quién soy yo para dar carnets de pro-vida. Creo que un pro-vida tiene que ser defensor de toda vida humana desde la concepción a la muerte natural. Por tanto tiene que estar en contra del aborto. Por tanto tiene que tratar al aborto provocado como lo que es: la ejecución de un ser humano inocente. Si es político no puede negociar con ello. Si es político tendrá que mantener, contra viento y marea, que el aborto provocado es un delito. Y si es un delito ha de tener una pena. Lo mismo que tiene una pena la pobre mujer que tira a la basura un bebé cinco minutos después de dar a luz. El proyecto último de ley falsamente pro-vida de este personaje -Gallardón- mantenía supuestos despenalizados, exactamente igual, o peor, que la ley abortista del PSOE de Felipe González. ¿Puede llamarse pro-vida a alguien así? Los carnets pro-vida los expide el sentido común.

Lo que pasa es que la imagen de Gallardón derrotado (todo un ministro dimitiendo entre gimoteos) ha sido manipulada para hacer que muchos se hayan creído lo que contaban los telediarios: que Gallardón es una víctima pro-vida. A esos les digo: ¿Pero quién les ha contado eso de que Gallardón "apostaba claramente por la abolición del aborto"? Repito: su proyecto de ley, el suyo, el que él defendía y según su versión oficial aquel cuyo rechazo por Rajoy fue el que le hizo dimitir, era un proyecto que mantenía la despenalización del aborto en el 90% de los casos. ¡Una tremenda manipulación!

Gallardón podría ser pro-vida y dar su testimonio si se hubiera arrepentido, si pidiera perdón y empezara a enmendar su trayectoria nefasta. Ahí tenemos el caso del ex-abortista Dr. Nathanson que después de su conversión dedicó el resto de su vida a luchar por la verdad. Pero Gay-ardón no solo no ha pedido perdón sino que encima va de víctima. Algunos de esos que hablan en favor de Gallardón reconocen que piensan así según lo que vieron en la televisión. Esa es la cuestión: que desde el PP decidieron convertir a Gallardón en una especie de víctima pro-vida cuando en realidad su proyecto era abortista 100% aunque no tan radical como los proyectos de la izquierda, claro. Todo ha sido una manipulación tremenda.

Que Gallardón vaya a París y que tenga la jeta de presentarse como una víctima ante un plantel de presuntos dirigentes pro-vida es un escándalo. Si hubiera ido a pedir perdón yo mismo le aplaudiría. Pero no ha ido para manifestar el menor arrepentimiento por haber defendido un proyecto de ley abortista sino para que continúen la farsa y la confusión. De todas formas que Gallardón siga siendo coherente con su progresismo ideológico y su política malminorista no me extraña. Lo que me resulta indignante es que los organizadores de "One of Us" -como el también ex-ministro Mayor Oreja- le ofrezcan el discurso inaugural. ¿No tenían ningún otro político o no político más pro-vida?

Me dicen que todas estas cosas las digo para quedarme tan ancho, pero que diciendo las cosas así, tan radical, tan brusco... me voy a quedar solo.

En estas cosas de la "ortodoxia intransigente" el problema está en los límites. Conozco mucha gente a la que yo le parezco en ocasiones un "blando". Nada más lejos de mi intención que convertir al Carlismo o a los católicos en un club ombliguista con el que quedarnos "a gusto". Me considero un político, a mucha honra, y se que la política es el arte de lo posible, que siempre hay que hablar, que siempre hay que negociar, que la convivencia es un valor importante a tener en cuenta. Pero lo único que digo es que siempre hay límites. Es importante no hablar de esto en general sino centrarse en cada caso. En este asunto de Gallardón hablamos del aborto. Y precisamente en cuestión de legislación sobre aborto es muy fácil para un católico saber dónde está la línea roja. ¿Qué parte de NO-NEGOCIABLE es la que no se entiende?

Me dicen también que lo que yo propongo no es, según parece, "inteligente" para llegar al objetivo de "aborto cero". Pues bien, de momento no veo que esa táctica tan "inteligente" de vincular el movimiento pro-vida al malminorismo pepero haya dado el menor fruto. Al revés, para lo único que ha servido la dirección de los inteligentísimos y melifluos Mayor Oreja, Benigno Blanco, Ruiz Gallardón, etc. ha servido para que el movimiento pro-vida se haya convertido en algo marginal. No es muy lógico que se califique de inteligentes a quienes nos han llevado al desastre y de no-inteligentes a quienes estamos desde el principio defendiendo una posición clara y nítida. Allá por el año 1978 ya había quienes avisaban que "LA CONSTITUCIÓN ES ABORTISTA". El tiempo les ha dado la razón. ¿Quién es aquí el inteligente (el que entiende las cosas)?

Y no sirven de nada las presuntas, presuntísimas, buenas intenciones de Ruiz Gallardón. Las intenciones que pudiera tener el ministro me parecen irrelevantes. A los gobernantes hay que juzgarles por los hechos. El hecho es que su proyecto de ley era abortista. Mi posición -que considero la única digna y posible para un pro-vida- es la de que con la vida de los inocentes no se negocia. Y ya está. La vida humana de un ser humano inocente es no-negociable. ¿Qué parte de no negociable no se entiende? ¿Decir esto es utilizar un discurso poco inteligente y agresivo? Pues a mí lo que me parece poco inteligente es haber convertido el movimiento pro-vida en un apéndice ovejuno del PP y lo que me parece agresivo es matar a un inocente, aunque sea bajo el eufemismo de "IVE".

No soy partidario de bajar a las catacumbas, mis argumentos no son una última arenga antes de la retirada sino que aspiran a ser el primer paso de un avance en pro de la justicia. Los que están empezando a bajar son precisamente los malminoristas, los que ponen la venda antes que la herida. Es inútil esforzarse en hacer demasiadas clasificaciones o juicios sobre las posibles distintas clases de pro-vida. No es tan complicado. Un consejo para que no nos liemos: donde decimos aborto digamos cámara de gas. Donde nos argumentan a favor de los pro-vida inteligentes y transigentes pensemos por un momento qué hubiéramos dicho sobre jerarcas nazis que fueran partidarios de negociar casos de despenalización del antisemitismo.

Me preguntan al fin a ver si yo metería en la cárcel a una mujer por abortar. Y respondo a la gallega, con esta otra pregunta: ¿meterías en la cárcel a una mujer por matar a su hijo unos minutos después del parto?. Actualmente la ley -a Dios gracias- todavía persigue el infanticidio y supongo que todo el mundo ve normal que se castigue a los que tiran un bebé recién nacido a un contenedor. El estado tiene la obligación de defender a los más débiles, defenderlos incluso de la maldad de sus padres. El estado no se puede quedar de brazos cruzados o despenalizar un crimen tan evidente. A partir de ahí es donde interviene la justicia. Después de cada aborto provocado tendría que haber un juicio, me parece evidente, y sería en ese juicio, en cada caso, donde habría que ver si hay atenuantes o incluso eximentes.

Creo que habría que aplicar los mismos atenuantes o eximentes que en el caso de un bebé tirado a la basura: ignorancia, demencia, drogodependencia, presiones o amenazas de terceros, etc. Ahora hay mujeres que abortan como si fuera un método anticonceptivo más. Esos casos se acabarían si las leyes en defensa de la vida inocente fueran como Dios manda. Entre otras cosas porque sería ilegal abrir una clínica especializada en eliminar a seres humanos inocentes. Tipos como el abortista Morín tendrían que pasar muchos años en la cárcel.

Pero claro, para poder llegar a esto hace falta voluntad política, hace falta que los propios pro-vida se crean que es justo y que es posible. Si partimos de la idea de que es imposible y que hay que negociar nunca lo conseguiremos.

En resumen, este debate ha surgido de un hecho muy concreto: que los que presumen de ser los líderes del movimiento pro-vida europeo han invitado a inaugurar un importante encuentro a un ministro que, teniendo su partido mayoría absoluta, ni siquiera pudo sacar adelante una ley abortista, peor que la ley abortista española de 1982. ¿Se puede considerar esto normal? ¿Se podría decir que va en la buena dirección para concienciar a la gente de que el aborto es un crimen intolerable? ¿Podríamos considerar normal que hubiera encabezado la marcha por los derechos civiles un moderado del KuKluxKlan en vez de Martin Luther King? ¿Tendría que haber negociado Hernán Cortés con los sacerdotes aztecas la despenalización de los sacrificios humanos en algunos casos? ¿De verdad puede pensar alguien que hubiera sido inteligente por parte de los judíos invitar a un jerarca nazi moderado a la inauguración de un hipotético congreso contra la shoah? Mi mensaje pro-vida es todo lo integrador que cabe en una cuestión que es de vida o muerte. La presencia de Gallardón en ese encuentro me parece una traición en toda regla. Insisto: hasta que el movimiento pro-vida no se libere de ese lastre, hasta que no deje de ser un satélite del malminorismo pepero no hay nada que hacer.

Javier Garisoain

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