NOTA:
cinco días después de su publicación esta entrevista
es la tercera noticia más leída de Infocatólica.
Nunca hasta ahora una noticia en este medio
había llegado a los 200 comentarios.
Gracias a todos los que están
participando con sus comentarios. Y especialmente a los que
manifiestan alguna objeción. A ellos dedico las respuestas
siguientes (que también, por si alguien quiere leerlas juntas)
cuelgo en mi blog (www.javiergarisoain.es)
A CHIMO:
No me siento muy cómodo si se compara
al carlismo con la CEDA. Los -extintos- partidos democristianos no
han hecho otra cosa en su historia mas que CEDER. Por otra parte el
hecho de que el PSOE o cualquier otro grupo se sienta autorizado a
ponernos el veto demuestra la hipocresía de su “democracia”.
A CCCP:
Nada menos que 9 comentarios: con Vd.
veo que he pinchado donde quería. Efectivamente, el problema de que
estemos como estamos es del catolicismo liberal. Los cristianos somos
la sal de la tierra y el liberalismo es una enfermedad que nos hace
sosos.
Lo de llamar absolutistas a los
carlistas es una insidia que no se sostiene. En el régimen
partitocrático vigente el Parlamento sí que tiene un poder
absoluto. Puede decretar la muerte de 120.000 inocentes, o destruir
el matrimonio equiparándolo a cualquier unión aberrante... durante
cuatro años no rinde cuentas ni a Dios ni al pueblo. Y cuando llegan
las elecciones siempre suele ganar el partido que más dinero
invierte en la campaña... ¡qué casualidad!
Veo que le gusta a Vd. mucho hablar de
historia: atrévase a criticar con nosotros este “matrix progre”
y liberal del siglo XXI en el que estamos inmersos.
Le doy a Vd. la razón en una cosa: el
liberalismo ha conseguido limitar el poder del monarca. Ahora les
animo a limitar el poder de los partidos.
¿Dice que el Parlamento no podría
aprobar mañana una ley restableciendo la esclavitud? Pues de momento
ha aprobado el asesinato de cientos de miles de niños inocentes no
nacidos. Y el divorcio. Y la aberración del llamado “matrimonio
homosexual”. E incluso eso de la esclavitud sería muy discutible:
adicciones de toda clase, trata de blancas, explotación laboral,
esclavitud infantil detrás del sistema consumista-capitalista...
todo ello cuenta de hecho con el visto bueno de los parlamentos
occidentales. La Constitución realmente no limita nada porque el
intérprete final de las normas es un Tribunal Constitucional
nombrado por los partidos del sistema. Todo queda en casa.
Dice Vd. que en las sociedades
liberales también hay “cuerpos intermedios”. Claro: familias
(equiparadas a cualquier cosa), universidades (dependientes del
ministerio), sindicatos (que viven de la subvención), partidos (que
son los que se reparten el pastel), clubes deportivos (que son
empresas del pan y circo)... por donde pasa el sistema liberal no
crece la hierba social.
A NORBERTO:
El carlismo, lo mismo que la “Escuela
de Salamanca”, defiende la libertad, no el liberalismo. Que son
cosas muy diferentes. El liberalismo es el naturalismo en política.
Y sí: el liberalismo-católico es la
herejía dominante, por desgracia, entre los católicos. Una herejía
que nos impide eso que pedía Juan Pablo II: “Abrir las puertas a
Cristo”.
¿Y dice que no ha oído hablar del
principio de subsidiariedad? Pues así nos va.
Sobre la cita de Francisco de Vitoria
lo único que le puedo decir es que defender la propiedad privada no
le convierte a uno en liberal. Y que la propiedad privada es
perfectamente compatible con la existencia de bienes comunales,
especialmente si son bienes de un pueblo cristiano.
A HESPÉRIDES:
Gracias. Por supuesto que faltan cosas
en la entrevista (cosas como el “mandato imperativo” o el “juicio
de residencia”). Es que espero que haya más entrevistas. Y no es
que me haya dirigido a “convencidos”; al responder a estas
preguntas he procurado hacerlo pensando en los lectores de
Infocatólica (católicos, españoles... e inteligentes) he dado
algunas cosas por supuestas pero en otras ya se ve que algunos
liberal-católicos me han entendido perfectamente porque han entrado
al trapo sin pensarlo.
A SANTIR:
Nos llamamos “carlistas” desde hace
180 años. Aun suponiendo que encontráramos un nombre más atractivo
para nuestra organización al final siempre tendríamos que aclarar
que, en realidad, somos “los carlistas” de toda la vida. El hecho
de no tener en este momento una “propuesta dinástica” concreta
no nos ha hecho claudicar de ninguno de nuestros principios. Entre
otras cosas porque nadie los defiende en su integridad y coherencia
mejor que nuestra pobre pero honrada CTC.
A MIKEL:
Le animo a seguir repensando un poco
más el tema de la confesionalidad. Siempre que sale la palabra
confesionalidad hay quien la malinterpreta pensando que significa
teocracia o clericalismo. Al revés. Se trata de que los cristianos
laicos asuman su papel, bajo su responsabilidad, y que en la medida
de lo posible cristianicen todas las realidades temporales. Yo digo
que la confesionalidad es un bien y he tratado de explicar qué
entiendo por confesionalidad con ejemplos cercanos. Lo que no
entiendo es que Vd., si es católico, diga que “catolizar” es
algo malo. Vd. prefiere hablar de “impregnar”. Pues impregne,
impregne.
A ALBERTO NAVARRO VIVES
Y A VIVI:
Tolerancia significa -simplemente- que
existe un límite por encima del cual hay cosas que no se toleran.
Sería complicado entrar en la casuística de qué cosas pueden ser o
no tolerables. El régimen democrático, por ejemplo, es intolerante
con la negativa de los Testigos de Jehová a las transfusiones de
sangre. Lo único que digo es que un reino gobernado por católicos
coherentes sería más tolerante, más humano y más respetuoso con
la libertad de conciencia que cualquiera de los estados liberales que
hoy en día menosprecian a la gente creyente.
Y por cierto ¿qué es eso de carlismo
vaticanosegundista? ¿Pero es que pueden los católicos prescindir
del último Concilio?
A ENRIQUE:
¿Pero qué pretende Vd. que le diga el
Papa al presidente de la República Francesa? Lo de la “sana
laicidad” lo entiendo perfectamente. Pero también estoy seguro de
que si le das a elegir al Papa entre San Luis y François Hollande se
queda con el primero. Insisto: la confesionalidad es un bien
deseable. Y quien diga lo contrario es un hereje.
Respecto a esas garantías de que un
gobernante católico no vaya a equivocarse nunca... es evidente que
eso no lo puede garantizar nadie. Por eso los católicos (frente a
los musulmanes, o los protestantes, o los fascistas, o los
comunistas, o los liberales) desde siempre hemos procurado separar la
Iglesia del Estado. Pero el miedo al error humano no nos puede
recluir en el indiferentismo o un neutralismo imposible. ¿Qué le
parecería a Vd. si un padre renunciara a hacer de su casa un hogar
católico (confesionalmente católico) por miedo a dar algún mal
ejemplo a sus hijos? Pues eso.
Utiliza Vd. como argumento una frase
del Papa en la que dice que “la Iglesia ve en la distinción y
autonomía del Estado respecto de la Iglesia” “un gran progreso
de la humanidad”. Claro. Por supuesto. ¿Y quién está negando que
los reyes han de ser laicos distintos y autónomos de los obispos?
Pero también acaba de decir el mismo Santo Padre, con el Salmo de
Epifanía: “Que se postren ante El todos los reyes, y que todos los
pueblos le sirvan”. ¿O no?
A ¿Y POR QUÉ...
Eso mismo me pregunto yo... ¿Por qué
nos dejan solos a los carlistas en la defensa de la tradición
política de la España de siempre? ¿Por qué después de 180 años
no existe algo similar al carlismo? ¿Algo que defienda el derecho
público cristiano, que proclame un patriotismo no-nacionalista, que
propugne un poder político estable, apartidista, para servir a los
débiles y capaz de postrarse ante el Rey de Reyes?
A PIGNATELLI
Si todo lo que decimos le parece tan
interesante ¿por qué no votarnos a los carlistas? Y aún más
¡afíliese, hombre!
A ROJOBILBAO
Eso de que “el individuo,
preexistente a la sociedad, está muy por encima de los cuerpos
sociales” es una muy buena definición del individualismo liberal
que todos los cristianos tenemos la obligación de combatir.
¡Gracias!
A ELENTIR
Pues sí, el catolicismo-liberal es
dominante en el posicionamiento político de los católicos
españoles. Los que sois minoría sois los católicos-liberales
ingenuos que pretendéis combatir los efectos del liberalismo con más
liberalismo. El envenenamiento con más veneno.
A BRUNO:
Y a todos los que se hacen un lío a la
hora de definir al liberalismo. A mí me ayuda mucho esta definición:
“El liberalismo es el naturalismo en política”. Es decir, es una
ideología que rechaza todo lo sobrenatural a la hora de construir
las realidades temporales. Todo lo contrario de sobrenaturalizar las
cosas que es la actitud netamente cristiana. Y todo lo contrario del
célebre “abrid las puertas a Cristo” de Juan Pablo II el magno.
A SILVESTRE:
Sobre la reforma laboral en su momento
nos hemos manifestado en contra aunque es cierto que deberíamos
explicar mejor nuestras razones. Ahora mismo acabamos de lanzar una
nota de prensa sobre el primer año de desgobierno del PP en la que
denunciamos, entre otras muchas cosas, la disminución de las
garantías sociales y laborales.
A
SILVESTRE:
Sobre la reforma laboral no publicamos ninguna nota de prensa oficial en su momento y reconozco que ha sido un error no haberlo hecho y dar por supuesta nuestra oposición a la misma. Tal vez no lo hicimos porque parecía una noticia muy previsible viniendo del PP. En foros, blogs, algún artículo y comunicaciones internas (como esta referencia en mi blog:http://javiergarisoain.blogspot.com.es/2012/03/ante-la-huelga-no-tan-general.html) sí que hemos hablado siempre en contra de la misma. La última nota sobre el año de desgobierno económico se puede ver aquí: http://www.carlistas.es/detalle_nota.php?id=785
Sobre la reforma laboral no publicamos ninguna nota de prensa oficial en su momento y reconozco que ha sido un error no haberlo hecho y dar por supuesta nuestra oposición a la misma. Tal vez no lo hicimos porque parecía una noticia muy previsible viniendo del PP. En foros, blogs, algún artículo y comunicaciones internas (como esta referencia en mi blog:http://javiergarisoain.blogspot.com.es/2012/03/ante-la-huelga-no-tan-general.html) sí que hemos hablado siempre en contra de la misma. La última nota sobre el año de desgobierno económico se puede ver aquí: http://www.carlistas.es/detalle_nota.php?id=785
A MIGUE:
La cuestión de si tenemos muchos o
pocos votos no se si es un argumento muy válido para
descalificarnos. O tal vez es una muestra de que no tiene otro
argumento. A lo mejor el problema es que los carlistas somos geniales
en doctrina pero desastrosos en comunicación... O tal vez lo que
sucede es que cada vez que intentamos levantar cabeza los tentáculos
del PP consiguen boicotearnos. No lo se.
A MI-KA-EL:
La confesionalidad es un bien
indiscutible tanto si la proclama la Constitución liberal de Cádiz
como el régimen totalitario franquista. El problema es que tanto el
individualismo liberal como el estatalismo totalitario ignoran o
restringen la libre vida social que es el ámbito natural en el que
se ha de vivir con normalidad esa confesionalidad.
A ENRIQUE:
Sin faltar. Eso de “hijos gorrones de
la Iglesia” es muy discutible. Los carlistas nunca hemos pedido el
voto “por ser católicos” y nunca jamás nos hemos presentado
como “la única alternativa válida para los católicos”.
Nosotros queremos que España vuelva a sus raíces, católicas, a ser
posible bajo una monarquía tradicional y legítima. Pero nunca -a
diferencia de los experimentos clericales democratacristianos- nos
hemos presentado como “la alternativa católica”. Ojalá a día
de hoy hubiera muchos políticos católicos coherentes agrupados en
muchos partidos católicos coherentes.
A NORBERTO:
¿A cuento de qué viene ahora eso del
principio de la reserva fraccionaria? (que por cierto no todos los
liberales están en contra del mismo ni mucho menos) ¡Hay tantas
cosas de las que no hemos hablado...! En cualquier caso si quieres
entendernos alguna vez a los carlistas olvídate del esquema del
típico partido político liberal. Nosotros no venimos con recetas
mágicas para sacaros de la crisis a los españolitos. Quien diga que
nos va a sacar de la crisis a base de recetas es un mentiroso, y
además hará el ridículo como Rajoy y todos los gobernantes del
sistema. Saldremos de esta crisis cuando seamos capaces de romper con
el sistema liberal.
A ENIGMA:
Muchas gracias por rescatar en el
debate la respuesta de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la
Fe sobre la confesionalidad.
A ELENTIR:
Haces bien en traer a colación esa
mención de Benedicto XVI que parece aparentemente tan favorable al
liberalismo interpretado por el filósofo Marcello Pera. Por supuesto
que no comparto los intentos que se hagan por rescatar el término
“liberalismo” como sinónimo de defensa de la libertad. Pero
fíjate que el filósofo y el Papa dicen:
1º que “la esencia del liberalismo
se encuentra en el enraizamiento en la imagen cristiana de Dios”
2º que “el liberalismo pierde su
base y se destruye a sí mismo si abandona este fundamento”.
Te recuerdo que el mal siempre triunfa
por la apariencia de bien que conserva. Pero ahora yo me pregunto:
¿existe algún liberalismo que conserve en su base “la imagen
cristiana de Dios”?
No.
Por tanto pasemos la página de estos
tristes doscientos años de liberalismo; que para defender la
libertad no hace falta inventarse una ideología atea.
A PIGNATELLI:
En el tema de la creación de un
movimiento pro-vida realmente eficaz también estamos trabajando. En
nuestra opinión, para ser eficaces hemos de liberar al movimiento
pro-vida de la tutela hipócrita que viene ejerciendo durante décadas
el Partido Popular que ha hecho todo lo posible para recluir a los
pro-vida en el campo asistencial y testimonial alejándolos de todo
lo que suene a reivindicación política. Véase
www.coordinadoraporlavida.es
****************
Iba a responder a algunas de las objeciones pero me temo que no han surgido demasiadas novedades. Doy las gracias a todos los que han leído con interés la entrevista y les aseguro que vamos a estudiar con atención los argumentos con los que algunos comentaristas han pretendido descalificarnos.
El hecho de que a veces suba el tono más de la cuenta y haya "piques" demuestra que estamos ante un debate importante, que conviene tomarse muy en serio. Ya iremos respondiendo a todo, espero que sea más con los hechos que con las palabras.
Sigan la información sobre la CTC en nuestra web www.carlistas.es ...y la información general sobre nuestra Madre la Iglesia y los pasos y traspiés de vamos dando los católicos en el mundillo político aquí, en Infocatólica. Feliz año.
***********************
A ENRIQUE Y SUS AMIGOS LIBERAL-CATOLICOS:
"Un cristiano que no tenga la aspiración de que su comunidad reconozca a Dios como Señor es un hereje".
Si esta es la frase más terrible que ha encontrado en nuestra web y con la que espera descalificarnos a los carlistas ante los lectores de Infocatólica es que vamos bien.
¡Con Dios!(nunca mejor dicho)
************************************
Estimado Enrigue:
Soy de los que piensan que hablando se entiende la gente. O, cuando menos, que escuchando se aprende.
Has dicho una cosa interesante que podría ser un principio de acuerdo. A lo mejor resulta que no eres tan hereje :-) como podría parecer por tu oposición al término "confesionalidad"... y hasta incluso puede que no seas pepero.
Has dicho:
"que lo que se pone en duda es la necesidad de declarar confesional un Estado. No la necesidad de hacer que Cristo reine en toda nación. Son cosas distintas."
Mira, los carlistas no tenemos el menor problema en sustituir la expresión "que el estado sea confesionalmente católico" por "que Cristo reine en la nación". ¿No sabes que para nosotros es más importante la sociedad que el estado? La expresión "confesionalidad del estado" es relativamente moderna. De hecho la tradición política española siempre prefirió utilizar otros términos como, por ejemplo, el de "Monarquía Católica". La cuestión es que nosotros no vemos mayor problema en hablar de confesionalidad, porque en esta expresión solo vemos la consecuencia lógica de una nación en la que queremos "que Cristo reine".
Y, por cierto, Sí, afirmo que suscribo toda la Doctrina de la Iglesia, sin excepciones. Y pobre de mí si no lo hiciera.
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Iba a responder a algunas de las objeciones pero me temo que no han surgido demasiadas novedades. Doy las gracias a todos los que han leído con interés la entrevista y les aseguro que vamos a estudiar con atención los argumentos con los que algunos comentaristas han pretendido descalificarnos.
El hecho de que a veces suba el tono más de la cuenta y haya "piques" demuestra que estamos ante un debate importante, que conviene tomarse muy en serio. Ya iremos respondiendo a todo, espero que sea más con los hechos que con las palabras.
Sigan la información sobre la CTC en nuestra web www.carlistas.es ...y la información general sobre nuestra Madre la Iglesia y los pasos y traspiés de vamos dando los católicos en el mundillo político aquí, en Infocatólica. Feliz año.
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A ENRIQUE Y SUS AMIGOS LIBERAL-CATOLICOS:
"Un cristiano que no tenga la aspiración de que su comunidad reconozca a Dios como Señor es un hereje".
Si esta es la frase más terrible que ha encontrado en nuestra web y con la que espera descalificarnos a los carlistas ante los lectores de Infocatólica es que vamos bien.
¡Con Dios!(nunca mejor dicho)
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Estimado Enrigue:
Soy de los que piensan que hablando se entiende la gente. O, cuando menos, que escuchando se aprende.
Has dicho una cosa interesante que podría ser un principio de acuerdo. A lo mejor resulta que no eres tan hereje :-) como podría parecer por tu oposición al término "confesionalidad"... y hasta incluso puede que no seas pepero.
Has dicho:
"que lo que se pone en duda es la necesidad de declarar confesional un Estado. No la necesidad de hacer que Cristo reine en toda nación. Son cosas distintas."
Mira, los carlistas no tenemos el menor problema en sustituir la expresión "que el estado sea confesionalmente católico" por "que Cristo reine en la nación". ¿No sabes que para nosotros es más importante la sociedad que el estado? La expresión "confesionalidad del estado" es relativamente moderna. De hecho la tradición política española siempre prefirió utilizar otros términos como, por ejemplo, el de "Monarquía Católica". La cuestión es que nosotros no vemos mayor problema en hablar de confesionalidad, porque en esta expresión solo vemos la consecuencia lógica de una nación en la que queremos "que Cristo reine".
Y, por cierto, Sí, afirmo que suscribo toda la Doctrina de la Iglesia, sin excepciones. Y pobre de mí si no lo hiciera.
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