Páginas

5 ago 2021

La crisis demográfica y los viejos del PSOE



Joaquín Leguina, prototipo de viejo socialista asustado, ha conseguido colar este lacrimógeno titular en la prensa: "Que haya pocos niños crea soledad". Leguina, que además de ex-empleado del PSOE es demógrafo, ha sido fichado por el CEU para ocupar el cargo de Director del Observatorio Demográfico. Se supone que con el objeto de ser una voz que alerte y denuncie las desastrosas políticas demográficas y antifamilia que nos han llevado a la situación actual. 

Es evidente que con este nombramiento la universidad de la Asociación Católica de Propagandistas no buscaba un ejemplo de coherencia sino presentar un figurón que aún conserva cierto gancho periodístico. Pero la cosa no deja de ser chocante porque, si nos paramos a pensar un poco, decir PSOE es lo mismo que decir pornografía, anticonceptivos, divorcio, feminismo, aborto e ideología de género. O sea que si hay que buscar algún culpable de la crisis de nupcialidad y natalidad que asola nuestra patria es el PSOE, bien acompañado por la leal oposición malminorista, quien se lleva la medalla de oro. 

Leguina, que ha sido durante décadas un pez gordo en la organización socialista dice ahora que "es preciso influir en la esfera política y empresarial" o que "necesitamos una política para que las mujeres puedan cumplir ese deseo (de tener más hijos de los que tienen)". ¡Arrepentidos quiere Dios! Pero arrepentidos de verdad, no caraduras. ¿Quiere el Observatorio Demográfico del CEU llamar la atención de los medios? Pues en su próxima rueda de prensa saquen otra vez a Leguina, pero vestido de saco y con ceniza en la cabeza.

¿Un año sin don Juan Carlos?



Dice la radio que llevamos un año sin don Juan Carlos. No. Don Juan Carlos nunca estuvo entre nosotros o, al menos, no desde 1978. Nunca fue uno de los nuestros. Juan Carlos de Borbón desapareció entonces, cuando más falta hacía, cuando era el titular de todos los poderes del Estado como sucesor a título de rey por el general Franco, y cuando decidió hacer dejación de todas sus responsabilidades en manos de la partitocracia naciente. Cuando abandonó su alta misión de defensor de los débiles y decidió ponerse al servicio de la plutocracia. 

Aquello no fue una transición sino una transacción. Don Juan Carlos, sin ser rey legítimo -porque no lo era-, tenía de hecho en sus manos el futuro de una España diferente, un tanto adormecida, pero más auténtica que esta España descreída, resabiada y depresiva del siglo XXI. Todos sus discursos grandilocuentes del servicio a España, del amor a la Patria, de la entrega al bien común de los españoles se vinieron abajo a la primera dificultad. Juan Carlos optó por la vía fácil y rápida. "Yo me quito de en medio y allá os las apañéis" -les vino a decir a los nuevos politicastros-. Por eso lo que él ha hecho y lo que hace ahora su hijo no es reinar, porque rey sólo es el que rige. El llamado rey constitucional está ahí, ocupando los cuadros oficiales, tan sólo para dar un aire de respetabilidad al sistema. Ese era el pacto. Para eso es para lo que servía el "rey". 

Y por eso ahora no le perdonan sus chanchullos. Porque un trato es un trato, incluso entre mafiosos. El papel de la nueva monarquía hueca era aportar respetabilidad y lo que al final ha hecho Juan Carlos hace que la gente vea que todo esto -todo el sistema- es muy, pero que muy poco respetable. 

El coche eléctrico no arranca



Lo del coche eléctrico parece que no cuaja. Las cuentas no salen. ¿De dónde podría salir la electricidad necesaria para mover todo el parque automovilístico actual? ¿De quemar en grandes centrales el mismo petróleo que ahora se va quemando poco a poco en cada coche? Para ese viaje... Y eso sin entrar en otros graves problemas aún no resueltos como son la financiación de unos vehículos caros; los puntos de conexión que resultará difícil o imposible poner al alcance de cualquiera; o hasta el reciclaje de las baterías y otros componentes altamente contaminantes. A corto plazo el vehículo eléctrico podría quedarse en algo así como los cochecitos del golf, un capricho para algunos. 

La respuesta de nuestros políticos es la de siempre: la huída hacia adelante. Vender la burra aunque la burra ya lleve un tiempo muerta. Cuando existe un empeño ideológico la realidad es lo de menos. Lo que no saben es que la realidad siempre, siempre, se acaba imponiendo. En este asunto caótico de la movilidad más valdría estudiar los problemas con un poco más de humildad, dejar de lado los tintes electoralistas, dar prioridad a la libertad de las familias y dejar trabajar a los expertos, que los hay. 

El silencio atronador de los médicos


El pasado 29 de julio se publicó en Navarra el Decreto Foral 71/2021 "por el que se crea la Comisión de Garantía y Evaluación de la prestación de ayuda para morir de la Comunidad Foral de Navarra y el Registro de profesionales sanitarios objetores de conciencia para realizar la prestación de ayuda a morir". Tanto eufemismo ñoño provoca arcadas. "Prestación de ayuda para morir" lo llaman. 

Supongo que en el resto de comunidades autónomas harán el mismo copia y pega demostrando una vez más que todo este rollo de las autonomías no es para defender peculiaridades regionales sino para ejecutar con mayor eficacia las normas totalitarias que vienen dictadas desde arriba. No, de Madrid, no, de más arriba.

Lo que no entiendo es por qué no se rebelan los colegios de médicos. Primero les imponen una ley que contempla el matar a los pacientes como una prestación sanitaria más. ¿Y encima a los que no estén conformes se les obliga a inscribirse en una lista? No señor. La lista, en todo caso, tendría que ser la de aquellos matarifes o verdugos que estén dispuestos a cobrar un sueldo por ejecutar mediante inyección letal a sus pacientes. Si yo fuera médico no me apuntaría en una lista de objetores porque el no matar a los pacientes es lo que va incluido en la profesión. Es la podredumbre moral de los que acceden a acabar adrede con la vida de sus pacientes lo que, en todo caso, merecería ser consignado en la lista de la ignominia. 

El silencio de los médicos en defensa de sus propios códigos éticos es atronador. Me temo que tendríamos que haber guardado los aplausos aquellos para los médicos que aún se atreven a denunciar el aborto, la eutanasia o la vacunación infantil. 

En fin, como paciente exijo que la lista de eutanasiadores sea pública. No me interesa la lista de los buenos médicos que quieran seguir siendo fieles al juramento de Hipocrates. Quiero saber quiénes son los malos, dónde viven y a qué se dedican. Quiero saberlo para curarme en salud, y para cambiarme de acera cuando me los encuentre por la calle. Por si acaso.

30 jul 2021

Castillo y los castellanos



El nuevo presidente de el Perú, Pedro Castillo, ha utilizado su discurso de investidura para hablar de historia. ¡Como fuera esto mismo lo que enseñaba en su escuelita... pobres alumnos!. En un momento dado, después de aludir a un tiempo de leyenda (¡cuatro milenios y medio!) durante los cuales los peruanos vivían en armonía con sus semejantes y con la naturaleza, se ha sumado al típico argumentario de la leyenda negra para hablar despectivamente de la llegada de "los hombres de Castilla". La cosa es sorprendente viniendo de uno que se apellida Castillo. Está claro que lo que impide que el Perú levante cabeza es el autoodio.

No conozco demasiado al personaje. Apenas las cuatro cosas que van llegando en las escuetas biografías de internet, pero a falta de alguna que otra sorpresa el profesor Castillo parece estar cumpliendo con creces los niveles típicos de incoherencia propios de esta clase de políticos. Se llama Pedro y es católico, pero lidera un movimiento marxista; rechaza el imperialismo yanqui pero su mujer y sus hijos (Alondra, Jennifer y Arnold) militan en una secta protestante. Cada cosa que hace es un insulto a sus abuelos. Es como otro pequeño y fraudulento Evo. Lo siento por el Perú.

Incluso el sombrero chotano que lleva con orgullo, imitando el efecto de los jerseis populistas de Morales, no es de origen inca, ni huari, ni del Tahuantinsuyo, ni nada parecido. ¿De dónde se creen que vino? En efecto, lo trajeron los hombres de Castilla. Sus propios antepasados. Esos mismos que él pisotea con su ceguera ideológica. Antepasados peruanos indios y mestizos que, en el momento crítico de la revolución liberal antihispánica del XIX, hicieron del virreinato el último reducto realista. 

Como dice María Elvira Roca, los hispanos tienen un problema con su pasado, con sus abuelos, con sus complejos. Sobre esta enfermedad de autoodio es imposible construir políticamente nada que no sea una republica bananera dominada por USA o por China. O sea, más de lo mismo.


Nueva manipulación de las palabras del Santo Padre



Diversos medios y periodistas del entorno liberal, neocon o incluso algún presunto tradicionalista que ha caído en la trampa, han aprovechado una nueva catequesis del Papa sobre el milagro de la multiplicación de los panes y los peces (25 de julio) para acusar al Papa de comunista, materialista, pobrista y hasta de modernista negador de los milagros.

Libertad Digital, por ejemplo titula: "El Papa corrige a Cristo: "El milagro no es multiplicar los panes y los peces". Este titular es una manipulación como una casa. Aunque, la verdad, cualquiera que sepa un poco de historia sabrá que nada mas propio de los liberales que mentir. Siempre lo han hecho.

Resulta muy hipócrita hacerse pasar por guardián de la fe y la ortodoxia y, al mismo tiempo, ser un adalid de la ideología liberal. ¿De verdad alguien cree que van a ser los redactores de Libertad Digital, anticlericales por naturaleza, quienes van a salvar la recta interpretación del Evangelio de las supuestas herejías que afirme el Obispo de Roma en sus homilías o catequesis?

Infovaticana, medio que no siempre hila demasiado fino en sus análisis eclesiales titula: "Francisco insiste en que el milagro de los panes y los peces fue "compartir". Se trata de un desafortunado artículo de Carlos Esteban, a quien por lo demás aprecio y sigo. Pero en esta ocasión creo que él e infovaticana han entrado al trapo y están haciendo un servicio a los liberales neocon que no soportan al Papa. Además, ¡Qué malo y qué difícil es resumir un texto tipo homilía en un titular! Por definición, este tipo de discursos podrían ofrecer tantos titulares como oyentes. Que a Infovaticana o a uno de sus redactores le llame la atención eso de "compartir" es lo más alejado de la neutralidad periodística pues se basa en un criterio absolutamente subjetivo.

A veces por otra parte, entre los católicos, parece que quienes más obsesionados están por todo lo que dice el Papa son los que nos acusan de papólatras sólo porque reconocemos su legítima autoridad. Cuando el papa patine -que todo es posible- o diga cosas que no me cuadran me podré callar o mostrar una disconformidad respetuosa, lo que nunca haré es sumarme al carro de los neocon o de los liberales que no se preocupan por la ortodoxia del Papa sino que tratan de manipular a la Iglesia al servicio de sus ideologías.

Por su parte, un redactor de Electomania.com ha escrito: "El Papa Francisco pide cambiar el "multiplicar" de los panes y los peces por "compartir". Resulta que en el Evangelio no aparece la palabra "multiplicar". Así que no hay nada que cambiar. ¿Cuál es el problema entonces?

En esta ocasión el Papa no niega ningún milagro, lo que hace es explicar en qué nos concierne el mandato de "Dadles de comer". ¿De verdad vamos a ser tan simples de creer en Jesús sólo porque un día hizo aparecer de la nada cinco mil panes? ¡Por favor! ¡Que ha creado el Universo! Para quien tiene fe en el auténtico Jesús lo de los panes y los peces es una anécdota. Para los más simples -o para los materialistas- era un acontecimiento que les llevaba a querer proclamarlo rey. El Papa, como digo, pone el foco no en el fenómeno milagroso en sí sino en el hecho de repartir. Y nos recuerda que si damos con fe, si repartimos en nombre de Dios poniendo lo poco que tengamos con amor, aun nos sobrará. En eso consiste realmente la caridad, en dar sin medida, sin cálculos. Así lo han hecho todos los santos y así lo pueden confirmar por ejemplo las familias numerosas. Todo lo que se da con generosidad al final vuelve con creces, y rebosa.

En este mundo tan polarizado parece que cada vez cuesta más defender la verdad y poner las cosas en sus justos términos. Si apoyas al Papa te tachan de comunista. ¿Comunista yo? Lo que siempre he sido es antiliberal. O, en todo caso, comunionista... Aunque siempre he pensado que los -ismos los carga el diablo y por eso cuanto menos se usen mejor.

No se si esta maniobra farisaica de ir a buscar la paja en el ojo papal se hace para utilizar a la Iglesia como arma arrojadiza contra las ideologías adversarias o si se emplea directamente para provocar división e inquietud entre los católicos. En cualquier caso, no se fíen ni un pelo de los titulares ni de los comentarios periodísticos. Acudan a la fuente, oigan con buena fe la palabra del Papa y verán que no ha dicho nada terrible, ni comunista, ni modernista. Lo ha dicho en el típico estilo jesuítico, sí, ese que a veces nos pone un poco nerviosos porque obliga a pensar. Sólo es eso. Además, las enseñanzas o reflexiones de sus homilías o catequesis -como las de cualquier otro sacerdote de Dios- aprovecharán más o menos, estarán más o menos inspiradas, moverán más a unos que a otros, serán más o menos ocurrentes o agudas. Pero aprovecharán mucho más si se escuchan con buena intención, tratando de encontrar la viga propia.
---

Aquí está lo que realmente dijo el Papa el 25 de julio: 

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El Evangelio de la Liturgia de este domingo narra el célebre episodio de la multiplicación de los panes y los peces, con los que Jesús sacia el hambre de cerca de cinco mil personas que se habían congregado para escucharlo (cf. Jn 6,1-15). Es interesante ver cómo ocurre este prodigio: Jesús no crea los panes y los peces de la nada, no, sino que obra a partir de lo que le traen los discípulos. Dice uno de ellos: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es esto para tantos?» (v. 9). Es poco, no es nada, pero le basta a Jesús.

Tratemos ahora de ponernos en el lugar de ese muchacho. Los discípulos le piden que comparta todo lo que tiene para comer. Parece una propuesta sin sentido, es más, injusta. ¿Por qué privar a una persona, sobre todo a un muchacho, de lo que ha traído de casa y tiene derecho a quedárselo para sí? ¿Por qué quitarle a uno lo que en cualquier caso no es suficiente para saciar a todos? Humanamente es ilógico. Pero no para Dios. De hecho, gracias a ese pequeño don gratuito y, por tanto, heroico, Jesús puede saciar a todos. Es una gran lección para nosotros. Nos dice que el Señor puede hacer mucho con lo poco que ponemos a su disposición. Sería bueno preguntarnos todos los días: “¿Qué le llevo hoy a Jesús?”. Él puede hacer mucho con una oración nuestra, con un gesto nuestro de caridad hacia los demás, incluso con nuestra miseria entregada a su misericordia. Nuestras pequeñeces a Jesús, y Él hace milagros. A Dios le encanta actuar así: hace grandes cosas a partir de las pequeñas, de las gratuitas.

Todos los grandes protagonistas de la Biblia, desde Abrahán hasta María y el muchacho de hoy, muestran esta lógica de la pequeñez y del don. La lógica del don es muy diferente de la nuestra. Nosotros tratamos de acumular y aumentar lo que tenemos; Jesús, en cambio, pide dar, disminuir. Nos encanta añadir, nos gustan las adiciones; a Jesús le gustan las sustracciones, quitar algo para dárselo a los demás. Queremos multiplicar para nosotros; Jesús aprecia cuando dividimos con los demás, cuando compartimos. Es curioso que en los relatos de la multiplicación de los panes presentes en los Evangelios no aparezca nunca el verbo “multiplicar”. Es más, los verbos utilizados son de signo opuesto: “partir”, “dar”, “distribuir” (cf. v. 11; Mt 14,19; Mc 6,41; Lc 9,16). Pero no se usa el verbo “multiplicar”. El verdadero milagro, dice Jesús, no es la multiplicación que produce orgullo y poder, sino la división, el compartir, que aumenta el amor y permite que Dios haga prodigios. Probemos a compartir más, probemos a seguir este camino que nos enseña Jesús.

Tampoco hoy la multiplicación de los bienes resuelve los problemas sin una justa distribución. Me viene a la mente la tragedia del hambre, que afecta especialmente a los niños. Se ha calculado —oficialmente— que alrededor de siete mil niños menores de cinco años mueren a diario en el mundo por motivos de desnutrición, porque carecen de lo necesario para vivir. Ante escándalos como estos, Jesús nos dirige también a nosotros una invitación, una invitación similar a la que probablemente recibió el muchacho del Evangelio, que no tiene nombre y en el que todos podemos vernos: “Ánimo, da lo poco que tienes, tus talentos y tus bienes, ponlos a disposición de Jesús y de los hermanos. No temas, nada se perderá, porque, si compartes, Dios multiplica. Echa fuera la falsa modestia de sentirte inadecuado, ten confianza. Cree en el amor, cree en el poder del servicio, cree en el poder de la gratuidad”.

Que la Virgen María, que dijo “sí” a la inaudita propuesta de Dios, nos ayude a abrir nuestros corazones a las invitaciones de Dios y a las necesidades de los demás.

27 jul 2021

Lo que más o menos dije el viernes a los carlistas participantes en la peregrinación a Covadonga (Nuestra Señora de la Cristiandad)


Me ha pedido María Cuervo-Arango, como anfitriona de este encuentro de Oviedo, previo a la andadura que comenzáis mañana, que os envíe un saludo para unirme de alguna manera a esta peregrinación, a este encuentro. Y lo primero que tengo que decir es que me dais mucha envidia porque las peregrinaciones religioso-patrióticas son siempre una ocasión estupenda para disfrutar y para que salgan muchas cosas buenas. 

Supongo que estaréis de acuerdo conmigo en llamar a esto una peregrinación religioso-patriótica. Nosotros no hemos de tener ningún problema, ni confundimos, ni hacernos un lío porque estén lo patriótico y lo religioso unidos. De hecho España nació y ha renacido en varias ocasiones, en el Concilio de Toledo, en Covadonga, en la Reconquista, en la lucha contra el protestantismo, en la lucha contra Napoleón, en la Cruzada... Ha nacido y a renacido en torno a los ideales que unen la Fe y el sentido de Hispanidad. Así que creo que ir a Covadonga es una buena elección. Podría haberse hecho la peregrinación a otras Covadongas que tenemos en nuestra historia. Pero sea como sea en este momento de nuestra historia está claro que necesitamos una nueva Covadonga, necesitamos una nueva reconquista. Y Covadonga lo que nos demuestra es que esa nueva reconquista empezará como Dios quiera, cuando Dios quiera y donde Dios quiera. 

En cuanto al asunto de la misa tradicional -que supongo que estarán los nervios a flor de piel estos días y que será en el camino un tema de conversación constante- ya os imaginaréis muchos lo que os puedo decir: que mantengáis la calma, que tengáis fe, que tengáis confianza, que las grandes obras en la vida no se consiguen sin cruces, que las pruebas son las que hacen que al final el Espíritu vaya soplando... Y si es del Espíritu saldrá adelante. En eso no tengáis la menor duda, por muchas dificultades que se vean en un momento dado. El testimonio que puedo dar yo en este tema es paradójico porque yo personalmente no soy una persona de misa tradicional, nunca he estado en esos ambientes, posiblemente porque he vivido siempre rodeado de sacerdotes muy respetuosos siempre con las formas y sin abusos litúrgicos ni cosas raras. Tengo dos hermanos sacerdotes y dos hermanas monjas y conozco muchos ambientes de iglesia. Siempre he tenido una gran simpatía por el latín como lengua universal, católica, me parece que sería estupendo que se recuperara y también todas aquellas formas litúrgicas que devuelvan el espíritu de lo sagrado, de la celebración más profunda de la liturgia. Así que, como digo, hay que tener confianza en que la Iglesia es mucha Iglesia y los renglones torcidos al final se acaban enderezando. Hay que tener paciencia, hay que tener también mano izquierda, poner buena cara y nada... seguro que estos días los aprovecháis muy bien y llegáis a Covadonga con una gran sonrisa, aunque llueva -que no sería nada raro en Asturias- o aunque os salga un oso, que espero que no. 

Por último decir que ya siento que os hayáis perdido por culpa del virus la charla que ibais a tener con Javier Barraycoa que, según se anunciaba, iba a hablar sobre el compromiso de los católicos en la política. Yo lo único que os puedo decir sobre esto, en dos palabras, es que si sois católicos españoles y queréis hacer política que os hagáis carlistas si no lo sois. Que trabajéis desde el Carlismo. Que aunque parezca hoy por hoy una cosa humilde y pequeña es un hilo o una corriente que nos enlaza con todo lo bueno de la historia de España, empezando por ejemplo con Don Pelayo y con los cristianos de Covadonga.

¡Y sin más, me despido con un Viva Cristo Rey, Viva España, Vivan los Fueros, Viva el Rey, Viva Asturias!

24 jun 2021

Queridos nazionalistas, sois unos mentirosos



Queridos nazionalistas, sois unos mentirosos. El Reino de Navarra no dejó de existir en 1521 sino en 1840. Vuestros panfletos euskadianos salen hoy con toda la potencia editorial del PNV y demás para alimentar vuestros mitos hispanófobos pero sus mentiras no las sostiene ningún historiador serio. Entre 1521 y 1840 Navarra tuvo título de reino, cortes, diputación, consejo, tribunales, aduanas y moneda...

Lo que Navarra vivió a principios del siglo XVI fueron unos años turbulentos marcados por las guerras de banderías nobiliarias, corruptelas eclesiásticas y tensiones internacionales europeas. En la guerra de Navarra intervinieron castellanos, aragoneses, franceses, suizos, alemanes e italianos. Al final hubo un cambio de dinastía pero nunca se planteó la extinción del reino. El reino de Navarra salió de aquel periodo pacificado y fortalecido en sus instituciones. Fernando el Católico y los reyes de la casa de Austria juraron siempre los fueros navarros y las tensiones y problemas fueron los habituales en cualquier otro estado de la Cristiandad. Nadie, a principios del siglo XVI, se planteaba aquel proceso como un conflicto étnico entre vascos y españoles. Nadie. Ese es un anacronismo absurdo inventado por la mitologia euskadiana.

Las lealtades de entonces eran las propias de un sistema tardofeudal, lealtades personales y familiares. Y, como mucho, lealtad al reino y sus instituciones. Nunca nadie hablaba entonces de nación al estilo nazionalista ni empleaba la palabra pueblo al estilo liberal o marxista. De hecho, es patético que el nazionalismo vasco pretenda sacar partido de un episodio histórico en el que se manifiestó como pocas veces separación y animadversión entre guipuzcoanos y navarros. Tal como han mostrado los cañones del escudo várdulo hasta la revisión peneuvista.

Lo que terminó con el reino de Navarra en 1841 (y con todos los demás reinos y consejos de la Monarquía) fue la ideología jacobina del nacionalismo liberal. La misma que inspiró, por imitación, a los nacionalismos periféricos en todos los rincones de la Hispanidad.

La manipulación de la historia de la conquista de Navarra y su anexión a la Corona de Castilla, en fin, tal como la hacen los euskadianos ahora, es un típico caso de historicismo aprovechado. Y no tendría ningún sostén si no fuera por el dinero del PNV y las bombas de ETA.

22 jun 2021

Oración a Santo Tomás Moro, patrón de los gobernantes y los políticos



Santo Tomás Moro, ruega por nosotros. Intercede por todos aquellos que, dedicados de una u otra forma a ejercer la caridad en el campo de la acción política, se acogen bajo tu patronazgo.

Enséñanos a cumplir con nuestro deber, a buscar siempre el bien común, a ejercer las responsabilidades con inteligencia y sentido del humor. Y cuando llegue la hora del testimonio supremo del martirio, enséñanos a la entrega confiada. Amén

24 may 2021

La inmigración como arma ¿al servicio de quién?


Los políticos musulmanes son especialistas en utilizar a la masa de la población -de su población o de la ajena, eso da igual- para lograr sus objetivos. Rehenes, tráfico de esclavos, escudos humanos, marcha verde... No debiera sorprendernos en sus manos el uso de la inmigración como arma. Repasen la historia y verán que así es como se ha extendido siempre el Islam. Por las bravas, sin compasión, cobrando rescates o degollando. Nada de misioneros ni de buenas palabras. Sin embargo ahora, a pesar de su tamaño y crecimiento mundial, nos queda la duda de si el Islam no será en realidad mas que un gran cuerpo inerte, carne de cañón de potencias que lo utilizan como ariete para modelar la historia a su gusto y, concretamente, como elemento descristianizador. 

El Islam no es una religión. O no sólo eso. Es un imperio comunista primitivo que ha sido troceado y corrompido por las ideologías liberales de Occidente. Cada vez que renace, desenvainando la cimitarra sangrienta, lo hace desde la nostalgia de los califatos totalitarios de sus primeros siglos y como espantajo al servicio de intereses ajenos. Pero da la sensación de que, de alguna manera, el NOM duda... Los amos del mundo juegan con los ismaelitas y no durarán en sacrificar peones cuando les convenga. Un año aparecen como grandes aliados y al tiempo devienen en enemigo numero uno como Bin Laden. Repasen la lista de amigos y enemigos de Jomeini, Arafat, Sadam, Gadafi, Bashar al Hasad... ¿Qué pasará con Hassan II, nuestro vecino, el del palacio parisino? En este momento Marruecos es al mismo tiempo la reserva espiritual del mundo musulmán y el último amigo estratégico de Washington. ¿Hasta dónde? ¿Hasta cuándo? Lo cierto es que alguien está jugando con fuego. Y con nosotros.

Twitter me ha bloqueado por decir que la homosexualidad es un desorden

Tu cuenta ha sido bloqueada.

F. Javier Garisoain
@JavierGarisoain
¿Qué ha pasado?
Determinamos que esta regla incumplió las Reglas de Twitter. Específicamente, por los siguiente motivos:
  1. Incumplir las reglas que prohíben las conductas de incitación al odio.
    No se permite amenazar, acosar o fomentar la violencia contra otras personas por motivo de su raza, origen étnico, nacionalidad, orientación sexual, género, identidad de género, religión, edad, discapacidad o enfermedad.
    • F. Javier Garisoain
      @JavierGarisoain
      @rebla_alber @cheboludos Jamás diré que usted sea un desorden, amigo, pero sí digo que la homosexualidad lo es.
    • F. Javier Garisoain
      @JavierGarisoain
      La homosexualidad es un desorden https://t.co/I98x349JaK
    • F. Javier Garisoain
      @JavierGarisoain
      La homosexualidad es un desorden.
    • F. Javier Garisoain
      @JavierGarisoain
      @patxileuza No te confundas. Los casos de pederastia entre los curas no son grandes sino pequeños y escasos. Menores que en cualquier otro colectivo. Lo que al parecer se ha hecho demasiado grande es una mafia homosexualista que se ha olvidado de que la homosexualidad es un desorden.
    • F. Javier Garisoain
      @JavierGarisoain
      La homosexualidad es un desorden. Las cosas claras. https://t.co/LvLWtnCTc6
Como consecuencia, bloqueamos tu cuenta.
Lo que puedes hacer:
Para desbloquear tu cuenta, debes hacer lo siguiente:
  • Eliminar los Tweets que incumplen nuestras reglas
    Si crees que cometimos un error, puedes apelar.

    15 may 2021

    Equidistancia



    Esta última batalla palestino-israelí tiene muy mala pinta. Nadie va a ganar nada. Y en este conflicto veo con lástima a los cristianos divididos entre los liberales pro-israel, gente de orden que se ha tragado la propaganda sionista y los pro-palestinos, que parecen ignorar la doblez e insolidaridad de los lideres musulmanes.

    ¿Quién tiene razón en esta guerra? Nadie y todos a la vez. Todos tienen culpa, todos son víctimas. Algunos piensan que se podrían dirimir responsabilidades si nos remontáramos al origen histórico de los hechos. El problema es que no es posible ponerse de acuerdo sobre dónde fijar ese origen histórico. Si aceptáramos como causa del problema el reciente lanzamiento de misiles sobre Israel la culpa sería de los palestinos de Hamas. Si nos centráramos en la ocupación violenta que propició hace décadas el nacimiento del moderno estado de Israel la culpa sería de los sionistas. ¿Pero quién no ha invadido antes Tierra Santa? Antes de los nuevos hebreos lo hicieron los ingleses, los turcos, Saladino, los cruzados, los árabes, los bizantinos, los romanos, los persas, los filisteos, etc. 

    ¿Equidistancia? Por supuesto. Y ahora mas que nunca. En el plano teológico los judíos se han quedado cortos y los musulmanes se han pasado de largo. Unos no reconocieron al Mesías y otros creyeron a un falso profeta. Por eso la única esperanza de paz en Tierra Santa no está ni en el triunfo de los unos ni en el de los otros sino en la conversión a Jesucristo. ¿Un reino cristiano de Jerusalen? ¡Ojalá! Jesús es el único príncipe de la Paz. Si nosotros, los cristianos, no se lo decimos ¿quién lo hará?

    6 may 2021

    Pagar por moverse


    (Por Javier Garisoain) - 


    ¿Qué hay detrás de estos globos-sonda? Ahora que empiezan a decaer los confinamientos provinciales y los toques de queda los políticos se están planteando cobrar por moverse. En autopistas, en autovías y en carreteras secundarias.

    Hablan de pagar por usar como si no lleváramos toda la vida pagando. Quien tiene un coche paga impuestos y tasas al comprar, al alquilar, al reparar, al echar combustible, al aparcar, al pasar la ITV, al asegurar, al renovar el carnet. ¿Y qué pasa con el impuesto de circulación?

    Además de todo esto están los peajes en las autopistas. Si no salían las cuentas haberlo pensado antes de planear infraestructuras como si fuera propaganda electoral. Si eran un "regalo" de Europa pero resultaban imposibles de mantener a largo plazo ¿por qué las construyeron?

    Es indignante que la casta nos tome por idiotas con argumentos ecologistas, o ahora planteando esa hipótesis salvaje del cobro en todas las carreteras para que al final nos parezca soportable pagar "solo" en las autovías.

    Pero lo más preocupante es ver cómo el modelo chino de dictadura distópica se va implantando día a día delante de nuestros ojos con toda clase de excusas: si no es la epidemia será la ecología, o la economía... Habrá que seguir pensando en eso de comunismo o libertad.

    1 may 2021

    La dictadura del PPSOE (Editorial Ahora informacion 170)

     La dictadura del PPSOE


    Es un clásico del argumentario político actual recurrir a la "ominosa dictadura" de Franco para todo. Lo mismo para condenar cualquiera de las cosas buenas que tuvieran lugar en los años del general gallego como para distraer al público con revisiones del pasado que ocultan los tejemanejes del presente. Sin embargo, prestando atención a la pura estructura general de la política española, sin entrar en los contenidos ideológicos de unos y de otros, la única diferencia que hay entre 1975 y 2021 es que antes había un partido político y ahora hay dos. 

    Hay más diferencias, evidentemente, pero lo que queremos señalar es que el régimen actual no puede dar lecciones ni de democracia ni de nada. Cuando se deja toda la participación política en manos de los partidos la sociedad deja de existir legalmente, se convierte en simple materia prima destinada a ser tallada, moldeada y adaptada según el capricho del gobernante. La izquierda y la derecha son las dos caras de una misma moneda, son dos intérpretes que se reparten los papeles en una misma tragedia. A veces parecen llevarse tan mal que esa misma disputa permanente parece justificar la necesidad de un sistema semejante. Pero en realidad, en el fondo, no se llevan tan mal. Cuando quieren se ponen rápido de acuerdo ya sea para subirse los sueldos o para llevar en la solapa el mismo pin de colorines. Por otro lado la aparición de actores secundarios aquí y allá no pueden hacernos olvidar que, en esencia, y desde sus mismísimos orígenes, el sistema político democrático partitocrático es bipartidista, turnista, o lo que es lo mismo: guerracivilista. 

    El sistema de partidos sirve para que el bien común no parezca secuestrado por la dictadura partitocrática. De la misma forma que la existencia de varias marcas comerciales suelen ocultar la existencia de auténticos monopolios. 
    En este número de nuestra revista recordamos algunos de los episodios y realidades de la partitocracia: Para qué (no) sirvió la victoria histórica de Aznar; en qué consiste el fondo ideológico gramsciano del progresismo; cómo la corrupción no es obstáculo para los partidos o cómo la epidemia del virus actual está sirviendo para que acumulen cada vez un mayor poder. En la parte de buenas noticias presentamos los testimonios de nuestros entrevistados, o el hito del Museo Carlista de Madrid. Siempre hay cosas por las que felicitarse. 

    13 abr 2021

    Escribas, fariseos, marujas y pringaos



    El meollo de la doctrina igualitarista/feminista consiste en extender la idea de que quien sirve, quien ama y quien se entrega es un pringao. Para los igualitaristas no existe mas amor que el de las tareas domésticas repartidas al 50% y sin complementariedad en los roles que valga.

    Cuando una mujer decide dejar la calculadora y se entrega en cuerpo y alma a la vocación de ama de casa, esposa y madre, se convierte a ojos del individualismo satánico en una maruja.

    Cuando es el hombre quien olvida la mezquindad del nuevo fariseismo igualitario y decide inmolar su soltería en los abnegados deberes de esposo y padre, viene a ser, a los ojos del canon progre, un maldito pringao.

    ¡Cuánto daño han hecho estas etiquetas despectivas! ¡Y qué ciegos están quienes las promueven! Los progres igualitarios, hijos de ese liberalismo que lleva 200 años rompiendo todos los lazos, quieren meternos a todos en una especie de cuartel en el que sólo una lista interminable de micromachismos, prohibiciones y fobias es capaz de darles la seguridad que perdieron con la fe. De esta forma, al final, su exageración de la libertad nos lleva a la peor de las esclavitudes: la que imponen los preceptos humanos del igualitarismo disfrazados de superstición justiciera. En un mundo en el que la gratuidad, la entrega, el compromiso y el amor no tienen cabida porque no pueden medirse ni tasarse.

    Los feministas/igualitaristas nos llevan a un inmediato futuro rácano y calculador y precisan de un gran tirano contable que haga su papel burocrático rodeado de una corte de miserables ofendiditos. Al fin y al cabo, la mejor manera de alcanzar esa igualdad enfermiza es mediante el pasapuré de un estado totalitario que nos convierta a todos en peones, en pilas humanas del Matrix progre.

    No se dan cuenta de que así la convivencia no puede funcionar, de que la armonía familiar y social son imposibles si nos limitamos a sumar egoísmos. No se dan cuenta, por ejemplo, de que lo que hay que enseñar a los niños en casa no es a cumplir una estricta cuota de género sino a darse sin medida. Porque la convivencia y la familia no van de justicia sino de amor.

    Ojalá entendieran todas estas razones esos nuevos escribas que son los "técnicos de igualdad" de la Administración. Tendrían que cambiar de trabajo, claro, pero podrían entender como hay más alegría en dar que en recibir.

    20 mar 2021

    ¿Comunismo o libertad? ¡Revolución o Tradición!



    No es lo mismo destruir que construir. No actúa igual la Revolución que la Tradición. La Revolución destruye e innova, la Tradicion construye y renueva. Lo que queda en medio, esa inercia que fluctúa entre uno y otro bando es el conservadurismo, o lo que es lo mismo: el miedo.

    Los viejos revolucionarios se hacen conservadores cuando se acomodan allí donde les llevó su revolución. Se aburguesan y se plantan por miedo a perder los privilegios que alcanzaron. Los hijos de la Tradición en cambio se hacen conservadores cuando flaquea su esperanza y cuando el terror despierta la nostalgia del último momento tranquilo que recuerdan, del último descansillo revolucionario.

    Unos y otros, a pesar de tener distinto origen, acaban confluyendo en la nebulosa del centro tibio, de lo políticamente correcto, de las elucubraciones políticas maquiavélicas y del malminorismo. No se parecen en nada pero les une el miedo. El convencimiento desesperanzado de que ya no cabe esperar nada mejor que esa pequeña libertad prostituida que proclaman por lo bajini. Una libertad raquítica, desinfectada por el miedo y pasada cada mañana por el BOE. 

    Por eso se entienden Alfonso Guerra y González y Corcuera y Leguina y Bono y Rosa Díez y Jiménez Losantos y Sánchez Dragó y Albert Boadella y todos los viejos rockeros más o menos arrepentidos de la izquierda con el votante medio "de derechas". Porque para los unos "ya es suficiente" y para los otros "más no por favor". En esa confluencia es en la que se definen el centro y el consenso, que no es sino una suave pendiente hacia el abismo.

    La disyuntiva a la que nos enfrentamos no es por tanto ese manido "Comunismo o libertad" con el que Ayuso y compañía azuzan el miedo de los conservadores. Nuestro auténtico dilema es, desde hace mucho tiempo, este: "o Revolución o Tradición".

    9 mar 2021

    Que hablen de uno... aunque sea bien

     Eulogio López, director del decano de la prensa digital española -HISPANIDAD.COM- me menciona aquí. El tono es claramente exagerado pero se agradece: 

    https://www.hispanidad.com/enormes-minucias/maravilloso-no-es-exista-dios-sino-exista-algo_12024653_102.html

    ¡Y se agradece el cumplido viniendo de un medio que este año cumple nada menos que 25 años de libertad y defensa de la verdad!

    3 mar 2021

    El fin de la peste



    El virus va a pasar, claro que sí. De una u otra forma -y no precisamente gracias a la ciencia, que la ciencia sólo hace lo que puede- terminará por desaparecer del telediario y caerá en el olvido. Si es un virus -natural o no- acabará remitiendo como ha sucedido con todos los otros virus. ¿Cuántas epidemias ha tenido que soportar el homo sapiens a lo largo de sus 300.000 años o 3.000 siglos de historia? No, desde el punto de vista histórico no tiene sentido pensar en epidemias permanentes. Otra cosa es que haya poderes que las aprovechen para sus fines. 

    Esos que nos mangonean y que aspiran al modelo político chino están tratando de rentabilizar la crisis al máximo, jugando con el miedo y aumentando el control del rebaño social. Se están acostumbrando a tratarnos como a animales de granja a quienes hay que mantener sanos y en una cantidad ajustada a las ideas de productividad que se les han metido en la cabeza. El virus pasará, pero los que van a permanecer, para nuestra desgracia, aferrados a su programa destructivo, son unos gobiernos cada vez más tiránicos y enloquecidos contra los que habrá que vacunar a la gente. 

    La lucha por tanto continúa, pase lo que pase, y seguirá hasta el fin de los tiempos. Acabará una batalla y empezará otra. Así es la vida. La opción de la rendición, por tanto, es inadmisible. 

    Conforme se vaya acercando el final de esta epidemia haremos balance para ver quién ha aprovechado mejor la ocasión. Los ideólogos y globalistas han pisado el acelerador y aparentemente llevan las de ganar. Pero ¿y si hubieran ido demasiado rápido? Cada vez hay más gente que ha abierto los ojos. Cada vez más personas que ya no se creen ni lo políticamente correcto ni el discurso del progreso indefinido. 

    Las espadas pues siguen en alto. Está claro que los defensores de la fe y la razón hemos perdido la hegemonía cultural, pero tenemos la conciencia, tenemos la realidad, tenemos a nuestras familias, tenemos esperanza. Ellos en cambio sólo tienen unas ideologías cada vez más locas, tienen el odio y el autoodio de los suicidas. No pueden llegar mucho más lejos. Y si continúan avanzando es porque viven de rentas y de la sangre que nos chupan a los demás. 

    En cualquier caso estamos en manos de Dios. Él sabe. Hagamos lo que haya que hacer y recuperemos la moral de victoria. El espíritu de combate. No por seguir contracorriente vamos a pasarlo mejor aunque, eso sí, viviremos más entretenidos y -lo que es más importante- con la buena conciencia de estar en el bando del Ganador.

    1 mar 2021

    El sistema es el problema (Editorial Ahora información 169)

    Cuando son tantas las cosas que van mal es inevitable tratar de relacionar unos males con otros, buscar la mano negra que se está dedicando a torcer todo lo que aún quedaba en pie después de las sucesivas oleadas de la Revolución. En este número de Ahora información nuestros colaboradores abordan uno por uno algunos de esos elementos que, cuando se miran en su conjunto, obligan a pensar en un auténtico sistema diseñado para un propósito destructivo concreto. 

    La Agenda 2030 con sus ribetes totalitarios; las herramientas monstruosas de internet que día y noche trabajan por predecir cada vez con más exactitud nuestro comportamiento; instituciones aparentemente académicas o respetables como el Foro Económico Mundial con sus globos-sonda que van abriendo camino a nuevos avances revolucionarios; los medios de comunicación/manipulación de masas, cuya independencia brilla por su ausencia, servidores fieles de la plutocracia; la misma violencia callejera de los grupos de izquierda y falsamente anti-sistema, que siempre aparece, como el 7º de Caballería, en el momento oportuno para anular cualquier protesta legítima de la población; y, en fin, el rodillo legislativo que no cesa, dictando aquí y allá toda la consabida retahíla de leyes antinaturales y favorecedoras de la pornografía, el divorcio, la ideología de género, la incultura, el feísmo, el empobrecimiento, la banalización de la muerte... 

    El sistema es el problema. Pero no nos referimos tan solo al sistema formal, legal o puramente visible que sufrimos sino esa otra cosa más profunda, escurridiza y omnipresente, que funciona en la sombra dejando el trabajo sucio a un ejército de testaferros. Hablamos de los conciliábulos de las organizaciones supranacionales, del estado profundo, de los fondos reservados, de las estrategias decididas en el Club Bilderberg, de los accionistas que controlan casi toda la producción audiovisual, de las sociedades secretas que haberlas haylas... y también de esos monstruos sin cabeza visible que son los llamados fondos de inversión y de los que hablaremos cada vez más.

    La solución... ya la sabemos. Está en manos de Dios y en las iniciativas que El vaya inspirando para la lucha y la reconstrucción. Está en obras educativas como la de Santiago Arellano, o en la misma belleza que impregna la música clásica de occidente. Y también está, como no, en pequeñas organizaciones inasequibles al desaliento como son las que se encuadran en el tradicionalismo político español. Ahí es donde queremos estar.