Que en nuestras tierras hispanas haya cada vez más gente celebrando la Navidad sin hablar del Nacido es extraño. (Aunque el hecho de que en los países anglosajones celebren algo que llaman Christmas -la misa de Cristo- ocultando cualquier otra referencia religiosa es ya de locos).
Nadie niega que la Iglesia, en su proceso de inculturación, ha aprovechado fiestas anteriores y reinventado tradiciones paganas. Pero al menos nosotros, los cristianos, les buscábamos otro nombre. Esto de seguir hablando de "Navidad" cuando lo que quieres celebrar en el mejor de los casos es, como hacían los nazis, el solsticio de invierno, es muy cutre.
¡Inventaos otra fiesta! Adorad como queráis a vuestros demonios o al dios-consumo pero dejadnos la Natividad a los que nos arrodillamos ante Dios-niño. Dejad de ridiculizar la memoria del obispo San Nicolás, no cantéis villancicos, ni encendáis velas, ni bandeéis campanas. Ved la tele o tiktok y comed proteínas alternativas para celebrar el odio a la familia. Pero sobre todo no llaméis Navidad a vuestra triste fiesta. Llamadla Mortidad.
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