El
pasado domingo 17 de enero se cerraba -por fin- la exposición
sacrílega de Pamplona titulada “Desenterrados”. Un
montaje que, instalado en el antiguo “Monumento de Navarra a sus
muertos en la Cruzada” convertido en espacio cultural, se
anunciaba como una gran exposición reivindicativa de los 3.000
fusilados víctimas de la represión en la Guerra Civil. (Se da la
circunstancia de que el edificio, un templo funerario desacralizado,
fue levantado en homenaje a otros difuntos de la misma guerra: los
4.500 voluntarios y soldados del bando nacional muertos en el
frente).
Independientemente
de esta polémica ubicación, la exposición encargada por el
ayuntamiento de Joseba Asirón (Bildu) a Abel Azcona no
pasará a la historia por haber dignificado la memoria de las
víctimas del franquismo, sino por ser gravemente ofensiva con Dios,
irrespetuosa con los católicos, imprudente por enturbiar la
convivencia de los pamploneses y negativa por dar una imagen pésima
de Pamplona.
Somos
conscientes de que con nuestras protestas y razones hemos contribuido
a la publicidad de este evento. La simple descripción de su
contenido (una mezcla de referencias a asuntos dispares como la
Guerra Civil, la prostitución o la pederastia) y especialmente la
parte titulada “Amen” en la que se exponían de forma física y
en fotografías unas Hostias consagradas sustraídas según Abel
Azcona en iglesias de Navarra y Madrid, ha hecho que en estas
semanas se haya producido una movilización sin precedentes exigiendo
el cierre de la exposición:
-
Más de 110.000 personas han firmado una petición en Change.org
- 40.000 firmantes se han dirigido con nombre y apellidos por correo electrónico al Ayuntamiento (con un 55% de incremento sobre las reclamaciones habituales).
- 350 personas lo han hecho mediante llamada o mensaje telefónico directo.
- Un millar de personas se manifestó el 26 de noviembre, pacíficamente, en la plaza del Ayuntamiento convocados por la Plataforma Respeto por Navarra.
- La Iglesia de Navarra, convocada por su arzobispo D. Francisco Pérez, celebró el día 25 de noviembre sendos actos de desagravio en las catedrales de Pamplona y Tudela que congregaron a más de 6.000 fieles.
- Además, en siete ocasiones, los martes por la tarde, cientos de personas se han reunido para rezar el rosario en la calle delante de la exposición. Sumemos a estos las decenas de actos de desagravio celebrados en parroquias, monasterios y conventos...
- Todas estas movilizaciones han ido acompañadas por multitud de artículos de prensa, cartas al director, comentarios y espacios en todos los medios de comunicación, difusión de pasquines y carteles, pegatinas, pancartas de protesta dentro y fuera de la exposición, efervescencia en todas las redes sociales incluyendo iniciativas como la que reclutó miles de voluntarios para hacer una cadena de oración ininterrumpida, etc. Siempre, por parte de los defensores del respeto, en un tono positivo, conciliador y buscando una rectificación que por desgracia no ha llegado.
- La vía judicial sigue su curso, a su ritmo, y tanto el autor material de las ofensas como la concejal de cultura Maider Beloki, primera responsable política de las mismas, se enfrentan al examen del Tribunal nº2 de Pamplona que ha admitido a trámite una querella por los presuntos delitos de profanación y ataque a los sentimientos religiosos.
- Por último, el Defensor del Pueblo de Navarra, accediendo a la petición de nuestra Plataforma ha remitido una recomendación al alcalde de Pamplona que éste tiene la obligación de responder.Toda esta “propaganda” gratuita no ha conseguido, sin embargo, que la exposición haya sido muy visitada. A lo largo de estos dos meses no llegan a 8.000 las personas que han pasado por sus instalaciones, incluyendo en este número a quienes han entrado por puro morbo, o para rezar, y contando a quien entró en su momento para retirar las Hostias consagradas.
Los
miembros de la Plataforma Respeto por Navarra estamos
satisfechos por el hecho de que finalmente se haya cerrado, pero
dolidos porque haya sido cuando ha expirado el contrato, porque ni el
alcalde de Pamplona ni la concejala de cultura hayan tenido la
valentía suficiente para reconocer su error y su falta de respeto. Y
dolidos porque la mayoría de los concejales de Pamplona hayan
respaldado con su voto una actitud ofensiva, totalitaria, insensible
y discriminatoria hacia los católicos.
La
muestra sacrílega y de mal gusto de Azcona ha recibido en
este tiempo algunos apoyos:
-
La primera responsabilidad es del equipo de gobierno de Joseba
Asirón, que ha cedido una sala pública -contraviniendo los
acuerdos de cesión del Monumento con el arzobispado firmados en
1997- y ha derrochado el dinero de los pamploneses (10.600 euros ) en
esta instalación.
- Ha contado con la ayuda permanente del Diario de Noticias y de algunos otros medios de comunicación que se han posicionado en el lado de la cristofobia justificando las burlas, excentricidades y falsedades del presunto artista Abel Azcona.
- Esta actitud tuvo su momento álgido tras la manifestación del 26 de noviembre cuando Joseba Santamaría, director de Diario de Noticias, publicó un titular falso y calumnioso hacia cientos de manifestantes pacíficos. Apoyados en esa gran mentira los partidos políticos que sustentan al gobierno de Bildu en Pamplona trataron durante unos días de hacer pasar a los ofendidos por ofensores asegurando sin prueba alguna y en el colmo de la manipulación que se habían proferido amenazas graves contra el alcalde. En un primer momento todos los grupos políticos creyeron la versión mentirosa presentada por Bildu y denunciaron unos hechos inexistentes. Enrique Maya (UPN) ha pedido sin éxito la revocación de esa condena pero a día de hoy ni se ha pedido perdón a los calumniados, ni se ha publicado una rectificación en regla por parte del Diario de Noticias, ni han aparecido las pruebas que dijeron tener y no tenían.
- La exposición sacrílega ha contado por lo demás con un escaso apoyo social poniendo de manifiesto que sólo la parte más ideologizada de los partidos del “cambio” (Geroa Bai, Podemos, Bildu e IU) es capaz de ver en la polémica suscitada un debate “saludable” y “razonable” tal como aseguró la misma presidenta Uxue Barcos el 24 de noviembre. La manifestación laicista de respaldo a Abel Azcona celebrada el 1 de diciembre apenas reunió a 300 personas y ni siquiera mereció una reseña en el diario de la izquierda nacionalista Gara. Dentro de estos apoyos “sociales” hay que mencionar la clásica aportación vandálica de la “kale borroka” con unas pintadas insultantes o amenazadoras que aparecieron a finales de noviembre en una quincena de iglesias de Pamplona.
Desde
el minuto uno advertimos, desde Respeto
por Navarra,
que con esta grave provocación se estaba buscando una reacción
airada de los católicos. Sin embargo lo que se han encontrado los
fanáticos del laicismo ha sido una respuesta firme y serena,
espontánea y popular, y por eso mismo imperfecta y con errores en su
organización. Una respuesta “a lo cristiano” en la que han
primado los rezos a los insultos. Las razones a los gritos.
La
tarea de esta Plataforma Respeto
por Navarra
concluye por el momento como tal. Agradecemos a todos los voluntarios
y vecinos que nos han apoyado en estas semanas intensas, a todos los
que dentro y fuera de Navarra han rezado por esta causa, a los medios
de comunicación que se han hecho eco de nuestras reivindicaciones.
A
todos los navarros animamos a que sigan en guardia para promover
siempre el Respeto por Navarra, por sus raíces, sus tradiciones y su
esencia cristiana. Y también, en última instancia, en guardia por
una convivencia pacífica en nuestra Comunidad. Hay quien desea que
Navarra deje de ser lo que es. Nadie les impide que expongan sus
ideas de forma razonada; entre todos tenemos mucho que amejorar. Pero
que lo hagan sin ofender, y sin faltar al respeto.
Plataforma
Respeto por Navarra
Pamplona,
22 de enero de 2016