Y a más cosas. Porque esto es muy grande. A esta guerra natural en la que se baten nuestros pobres cerebros embotados hay que saber que se superpone un enfrentamiento espiritual, cósmico, porque Dios es el Dios de la verdad, aunque duela, y los demonios son siempre mentirosos, para halagarnos.
Si la Fe que nos ofrece el Evangelio tuviera fisuras o negara cualquier verdad nadie podría alcanzar la conversión. Porque nuestra fe es exigente y verdadera, en tanto que las ideologías de Satán ofrecen explicaciones simpáticas y falsas. Uno no lo entiende todo al abrazar la fe. No lo abarca todo, porque esto no va de saltos mágicos y porque somos limitados. Lo que sí hace el hombre de fe es empezar a entender. Porque siguiendo a Quien es camino y vida se descubre cada día una nueva parte de verdad.
Tal vez lo mejor de todo sea que la verdad elimina los miedos. ¿Qué es lo que tememos sino las sombras, las traiciones y los sustos? La luz en cambio, la fidelidad, la confianza... despejan todos los temores. Amar la verdad es como estar en casa. De ahí viene el típico descaro que caracteriza a los santos y a los mártires.
¿Quieres conocer la verdad y vivir sin miedo? ¿Quieres ser auténtico? Entonces elige la pastilla correcta y sé libre. Todo lo demás te hará siervo de una matrix terrible y mentirosa.
Tal vez lo mejor de todo sea que la verdad elimina los miedos. ¿Qué es lo que tememos sino las sombras, las traiciones y los sustos? La luz en cambio, la fidelidad, la confianza... despejan todos los temores. Amar la verdad es como estar en casa. De ahí viene el típico descaro que caracteriza a los santos y a los mártires.
¿Quieres conocer la verdad y vivir sin miedo? ¿Quieres ser auténtico? Entonces elige la pastilla correcta y sé libre. Todo lo demás te hará siervo de una matrix terrible y mentirosa.
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