Algo tan loable como pudiera ser preservar la tradición vasca de nuestra tierra, o la defensa de una lengua minoritaria, lo han pervertido hasta convertir el viejo idioma vasco en un nuevo privilegio que te dará más puntos en las oposiciones; en un sello neoidentitario que te separará del resto de hispanos del mundo; en un elemento diferenciador que te hará ciudadano ejemplar de la taifa euskadiana de Bilbao.
Mi esperanza es que estos cartelitos terminarán cuando se acabe la subvención de euskarabidea y todos los demás chiringuitos ideológicos. Y entonces, ya lo verán, los únicos que defenderemos como ahora la libertad y la dignidad de las lenguas maternas, incluida la vasca, seremos nosotros, la gente tradicional.
3 comentarios:
Gran artículo, Javier.
Tu hermano el cura ,no está aprendiendo euskera?
Lógicamente, si vives en una zona euskaldun y quieres hacerte todo a todos para ganar, sea como sea, a alguno, harás bien en aprender euskera. Yo haría lo mismo.
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