Algo tan loable como pudiera ser preservar la tradición vasca de nuestra tierra, o la defensa de una lengua minoritaria, lo han pervertido hasta convertir el viejo idioma vasco en un nuevo privilegio que te dará más puntos en las oposiciones; en un sello neoidentitario que te separará del resto de hispanos del mundo; en un elemento diferenciador que te hará ciudadano ejemplar de la taifa euskadiana de Bilbao.
Mi esperanza es que estos cartelitos terminarán cuando se acabe la subvención de euskarabidea y todos los demás chiringuitos ideológicos. Y entonces, ya lo verán, los únicos que defenderemos como ahora la libertad y la dignidad de las lenguas maternas, incluida la vasca, seremos nosotros, la gente tradicional.
Gran artículo, Javier.
ResponderEliminarTu hermano el cura ,no está aprendiendo euskera?
ResponderEliminarLógicamente, si vives en una zona euskaldun y quieres hacerte todo a todos para ganar, sea como sea, a alguno, harás bien en aprender euskera. Yo haría lo mismo.
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