El problema que tenemos en Navarra, en España y en todo el mundo político occidental son las ideologías. Construcciones mentales artificiales que no se asientan en la verdad de lo que las cosas son, no se sostienen en el saber sino en la voluntad, en el podemos y en el queremos. Son doctrinas falsas, pseudorreligiones que parten de visiones reduccionistas como el laicismo, el individualismo, el militarismo, el feminismo, el colectivismo, el estatalismo, el ecologismo... o el vasquismo. Pero el problema más gordo es que esas ideologías no se quedan en los corrillos intelectuales sino que merced al sistema de partidos dividen a la sociedad en función de todas esas mentiras que llevan a las instituciones.
Me temo que todo esto a Carrascal, y a todos los que nunca se han planteado salir de Matrix, les sonará a chino. Lo siento por ellos.
1 comentario:
Grandioso artículo. Corto pero contundente.
Publicar un comentario