Aquí
estamos un año más señor Rajoy, señores del PP. 28 de diciembre.
Día en que nos acordamos de Herodes, y de los santos Inocentes, y de
las madres de los inocentes. Y hasta de la madre de Herodes.
Somos
los representantes de la Coordinadora Por la Vida, una nueva
plataforma en la que ya estamos 60 entidades diversas, abierta a
todos, abierta de verdad, a todos los auténticos pro-vida, también
a los partidos políticos que consideren esta batalla como un
principio no-negociable. Con nosotros no lo van a tener tan fácil,
señores del malminorismo pepero. Nosotros no nos vamos a dejar
manipular. Porque nosotros no somos de los que piensan que un
genocidio legal se pueda arreglar con globitos, cancioncitas o
saltitos. Todo lo que sea armar bulla está bien. Pero es que esto es
una cosa seria. Son más de cien mil funerales juntos. Cada año. Por
eso nuestros manifiestos son duros. No pueden ser de otra manera
señor Rajoy. Por eso nuestro logotipo, un triangulo negro sobre
fondo amarillo, alerta sobre un peligro de muerte.
Nosotros
no hemos cambiado. Estamos donde siempre. Aquí, en la calle,
protestando. Exigiendo lo mismo. Lo más coherente, humano y lógico
del mundo: que los poderes públicos protejan la vida de los
inocentes.
¿Y
ustedes? Algunos están tentados de pensar que han cambiado, que han
movido ficha, por fin, porque han prometido derogar la terrible “Ley
Aído”, la ley abortista de Zapatero. Pero miren Vds.... es que a
nosotros nos da igual el aborto del PSOE que el aborto del PP. A
nosotros no nos engañan. ¿Que abortar ya no será un derecho? Bien
está, pero eso a efectos prácticos es una hipocresía mayúscula.
Es una salida de leguleyo para cuadrar el círculo de la inmoralidad.
¿Qué es eso de un delito despenalizado? A ustedes que tanto les
gusta el imperio de la ley... ¿no se dan cuenta de que un delito sin
pena es como un crimen sin castigo? Si no estuviéramos nosotros aquí
para denunciarlo sería el crimen perfecto. Pero aquí estamos, y
cada vez más decididos.
No,
señores del PP, ustedes no han cambiado. Siguen igual. No son el
centro sino la medianía. No están en el equilibrio, sino en la
equidistancia. Ahora les llueven los palos de todas partes y no nos
dan ninguna pena. Les critican los radicales abortistas por no ser
consecuentes. Y les criticamos nosotros por ser cómplices de lo que
ustedes mismos entienden que es un delito. Desde que alcanzaron
ustedes la mayoría absoluta en las Cortes este delito convertido en
sucio negocio, este verdadero genocidio silencioso se ha llevado por
delante en España cientos de miles de vidas humanas inocentes. Un
número enorme si contamos -como hay que contar- todos los métodos
abortistas quirúrgicos y químicos. Dos años de gobierno cómplice,
más los meses que dure la tramitación de la nueva ley, mas el
previsible coladero que tendremos, si Dios no lo remedia, cuando
termine esta negociación mafiosa, este tira y afloja que determinará
cuántos serán finalmente los cientos de miles de crímenes
despenalizados.
En
conclusión, aquí seguiremos, vigilantes, hasta que un día se
promulgue en España la ley del aborto cero. Y para que ese día
llegue no vamos a quedarnos de brazos cruzados. A Dios rogando y con
el mazo dando. Les daremos donde más les duele. Desde esta
Coordinadora pediremos el voto, cuando toque, a las opciones
auténticamente pro-vida. Opciones como por ejemplo la Coalición que
ya han constituido para las elecciones europeas el Partido Familia y
Vida, la Comunión Tradicionalista Carlista y Alternativa Española.
Somos
los representantes de la Coordinadora Por la Vida. Somos los que
siempre le hacemos suspender en las encuestas señor Rajoy. ¿Y sabe
por qué? Porque no nos fiamos ni un pelo de ustedes. Porque alguien
que es capaz de negociar con lo más sagrado... ¿qué garantías nos
dará para acertar en todo lo demás?
De lo
demás hablaremos otro día. Hoy me contentaré con recordarles que
abortar... es matar.
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