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21 jul 2024
Sed perfectos en un mundo imperfecto
18 jul 2024
Lo de los funcionarios
(Por Javier Garisoain) -
Uno de nuestros varios problemas políticos, y no el menor, es el desmadre de un funcionariado invadido por la inmoralidad y la falta de vocación. Hay demasiados funcionarios, sí, porque si no trabaja mas que una tercera parte de ellos tendrá que haber muchos para que esa tercera parte sea suficiente.
Si es usted funcionario y se está enfadando conmigo al leer esto significa que no nos estamos entendiendo. Enfádese usted, pero no conmigo. No mate al mensajero.
Estoy hablando de una lacra real. Y ante ella unos -los de los partidos progre-socialistas- huyen hacia adelante y siguen contratando personal pensando que si bien es verdad que no van a trabajar lo que deberían, al menos así se incrementará la masa de estómagos y votantes agradecidos. Otros, por reacción a esta inmoralidad general, caen en la tentación de soñar un mundo sin funcionarios. Grave error. Los funcionarios son necesarios. Son imprescindibles para el buen gobierno de una sociedad compleja. Lo que hace falta es que sean buenos funcionarios, que trabajen motivados, que cobren sueldos dignos... Se les tiene que exigir, lo mismo que se exige a cualquiera en un negocio particular. Y se les tiene que poder echar cuando no cumplan.
¿Quedan aún buenos funcionarios? Sí, y seguramente son más de los que parece. Lo que pasa es que no consiguen trabajar como quisieran porque se tienen que sentar físicamente al lado de compañeros vagos y quejicas. Si yo fuera director general de algo habilitaría una oficina separada para ellos, para los que de verdad quisieran ganarse el jornal.
Y no solo eso, respetaría más su experiencia y su poder de decisión. ¿Soy muy crítico con los funcionarios? Sí, soy exigente... ¡porque quiero que sean ellos los que gobiernen! Creo que debieran ser ellos, personas entregadas, preparadas, con vocación, con afán de servicio, los encargados de llevar el peso del gobierno en el día a día y no lo que tenemos ahora, esas hordas de asesores y enchufados que entran y salen de los ministerios o consejerías, cada cual con su capricho y su ocurrencia, de la mano del partido ganador.
Generalizo, pero no demasiado, si digo que hay departamentos de la Administración en los que el funcionariado es apenas una sombra. Un ejército medio inútil para el que se mantienen las oficinas y sobre cuya inoperancia deciden los políticos electoralistas contratando o externalizando las tareas cuando de verdad quieren sacar algún trabajo adelante. Cualquiera que haya tratado con alguno de los tentáculos de la Administración sabe a qué me refiero.
En realidad lo que ha pasado con los funcionarios es lo mismo que pasó hace dos siglos con los reyes legítimos: se ha producido una usurpación. Lo que se le está exigiendo al funcionario número uno (el jefe del estado), es lo mismo que se espera de todos los demás servidores públicos: que sean como robots, que firmen lo que les pongan por delante, que no rechisten, que cobren y que miren para otro lado. ¿Quién, con un mínimo de dignidad, aguanta eso?
16 jul 2024
¿Sólo es un deporte?
El seleccionador Luis de la Fuente (del Bosque, de la Fuente... hay un patrón hasta en los apellidos) con ese aplomo que le caracteriza, lo ha dicho claramente en la celebración: "Unidos como estamos somos más fuertes. ¡Viva España!».
Pero lo mejor es cuando hablamos sobre qué tipo de unidad queremos. La división acorazada de los medios progres ha tratado de desviar -sin éxito- la atención hacia la cuestión de los futbolistas "racializados", como si unidad fuera lo mismo que multiculturalismo woke. O como si fuera la primera vez que hay deportistas negros en alguna selección. Vayan a explicar eso de tener moros en nuestra selección a los Regulares de Melilla que hace cien años que acogen moros en sus filas al servicio de España. El padre de Yamal es marroquí, cierto, pero por alguna razón se está insistiendo en que su madre es ecuatoguineana. En España tenemos memoria pero nunca fuimos racistas, es estúpido que nos hagamos ahora antirracistas.
No. La unidad que se palpa en multitud de gestos y conversaciones no es esa que habrían deseado los ideólogos del sistema, sino una unidad con elementos más profundos.
Es unidad en la fe, tal como lo han sabido transmitir en algunas de sus declaraciones el propio entrenador y otros jugadores como Rodrigo Hernández (Rodri), el mejor jugador del torneo que acaba de concluir. O como, por cierto, la bandera de España con el Sagrado Corazón que ha lucido en Wimbledon la familia de Carlos Alcaraz.
Es unidad entre todas las regiones de España, con pantallas y celebraciones en todos los pueblos, barrios y ciudades, también en los del lloriqueo separatista; unidad que incluye la presencia normalizada en la selección de jugadores vascos o catalanes, a pesar de la rabia y desesperación de los políticos antiespañoles.
Es unidad hispana, contra la leyenda negra, con invocaciones a Blas de Lezo y hasta con una reivindicación del Gibraltar español que ha sido propiciada gracias al equipo inglés, contrincante en la final. (Grandiosos por cierto los memes del rey de Inglaterra inaugurando el lienzo de Gibraltar español).
Es unidad también contra el mal gobierno, que se ha manifestado en gestos discutibles pero rotundos como las caras largas de los deportistas en su visita a Moncloa o en el no-saludo de Carvajal al presidente Sánchez.
Es unidad contra los rollos feministas o elegetebepé que están brillando por su ausencia como nunca, tal vez porque sus voceros no han sabido cómo meterlos en la noticia.
Y es, en fin, unidad en torno a principios sanos, sensatos y normales, nunca demasiado manidos, como son el esfuerzo, el sacrificio, la disciplina, el coraje, el mérito, el compañerismo, la generosidad o la familia.
11 jul 2024
Por qué no soy marxista
Pero ser marxista es algo más. Para ser marxista hay que tener la superstición de que Marx fue un genio clarividente cuando la realidad es que fue un pseudoerudito desgraciado, amargado, colérico... y sucio.
El marxismo es una pseudorreligión que gracias a los 70 años de propaganda soviética ha endiosado a un pobre hombre. Es normal que sus adeptos piensen que estoy blasfemando contra su profeta cuando lo único que hago es poner las cosas en su sitio. Lean cualquier biografía un poco seria de Carlos Marx y verán que las intuiciones brillantes que tuvo -porque alguna tuvo-no justifican la veneración ciega que le tributan los comunistas.
Carlos Marx fue una mala persona, desagradecido y rencoroso, no ayudó nunca a ningún obrero, despreció a los que tuvo cerca, vivió como un parásito bohemio a costa del burgués empresario y rentista Engels. Sólo cuatro de sus ocho hijos llegaron a la edad adulta. Dos de ellas se suicidaron, el hijo oculto que tuvo con Helene, la sirvienta sin sueldo de la familia, Freddy, nunca fue reconocido por Marx. Hijo de judío converso se avergonzaba de su propia sangre. Fue un mediano poeta y periodista que se las daba de profeta, pero en ningún caso un autor serio ni científico. Toda el aura gloriosa de Marx es simple propaganda comunista. En realidad fue el colmo de la incoherencia. Y sí, además era un tipo bastante desaseado. Y ahora díganme si he exagerado en algo. Lean cualquier biografía medio neutral del personaje y búsquense algún otro profeta de vida un poco más edificante. Y de escritos un poco menos soporíferos.
Dicen los forofos del último profeta ateo que el comunismo marxista trajo cambios políticos importantes. Por supuesto. Esos "cambios" en busca del sistema político perfecto están recogidos en "El Libro Negro del Comunismo" que contabiliza así los más de 80 millones de muertos causados por la puesta en práctica de las profecías enloquecidas de Marx:
En China el llamado "Gran Salto Adelante" del periodo 1958-1961, causó la Gran hambruna china y la destrucción del Tíbet. La Revolución Cultural del periodo 1966-1976 no fue mejor.
En la Unión Soviética la lista es terrible: campos de concentración del Gulag en el periodo 1918-1930; fusilamiento de rehenes o personas confinadas en prisión sin juicio y asesinato de obreros y campesinos rebeldes entre 1918 y 1922; liquidación y deportación de los cosacos del Don en 1920; la Hambruna de 1921-1922; la deportación de los kuláks de 1930 a 1932; la muerte de seis millones de ucranianos durante el Holodomor de 1932-1933; la Gran Purga de 1937-1938; la deportación de personas provenientes de Polonia, Ucrania, los países bálticos, Moldavia y Besarabia en los periodos 1939-1941 y 1944-1945; la deportación de los alemanes del Volga en 1941; la deportación y abandono de los tártaros de Crimea en 1943, de los chechenos en 1944 y de los ingusetios en 1944.
En Camboya el comunismo trajo cambios formidables como, por ejemplo, la deportación y exterminio de la población urbana.
Y todo esto sin contar los infinitos males espirituales causados por una pseudorreligión atea que normalizó la inmoralidad, la manipulación propagandística y la mentira como atributos del gobernante.
En fin, que cuidado con blanquear al marxismo como si fuera una inocua escuela de pensamiento. Hay por ahí marxistas declarados que a veces nos causan simpatía porque defienden un catolicismo ateo o un hispanismo racional. ¿Pudieran ser aliados en algún momento del pensamiento tradicional? Pudiera ser. Pero ojo, su pensamiento carece de consistencia porque mientras no renieguen de su ideólogo de cabecera no tendrán ninguna credibilidad.
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A partir del minuto 36:
10 jul 2024
Comunismo islamista
3 jul 2024
Las redes sociales son parte del mundo real
En mi opinión lo más interesante de este caso es que ayuda a borrar los límites entre lo virtual y lo real. Y eso es bueno. Porque en realidad esto que llamamos virtual también es real. Yo no soy un bot, soy un tipo de carne y hueso que está dedicando unos minutos de su vida a compartir esta reflexión. Es como si saliera a decirla a gritos en la plaza, con la diferencia de que aquí me leen un número mucho mayor de personas.
Ojalá todos entendamos que escribir en una red social no puede ser diferente a decir las cosas a la cara.
La cobardía y el mal gusto tan típicos en muchos usuarios se acabaría si supieras que te puede caer un guantazo como te pases de la raya.
El oficio de bufón siempre ha tenido sus riesgos, nadie lo duda, porque consiste en jugar con los limites de la paciencia ajena, pero la bofetada que ha recibido Jaime Caravaca, y él lo sabe, no ha sido un accidente laboral sino la consecuencia lógica de una cobardía de mal gusto que él escribió sin pensar que podría encontrarse en persona con el otro.
Lo del velo
Un mes después de las elecciones europeas
Se va a cumplir casi un mes de las elecciones europeas y parece que fue un siglo. Esto es porque estamos acostumbrados a ver los procesos electorales como lo que son en realidad, una máquina, una tramoya, un rodillo.
Es verdad que la mitad de los electores españoles no fueron a votar. Algunos lo habrán hecho por desengaño consciente. Otros por simple dejadez. Y otros tantos sí que fueron, y hemos llegado a un punto en que la gente ha hecho callo, o ha asumido que la corrupción y el derroche de la casta es algo normal e inevitable. Porque los casos de corrupción ya no restan votos. A nadie.
La masa votante vota por colores y no parece que se cuestione mucho más. A los que votan rojo les da igual la famosa deriva sanchista; a los que votan azul les importa un bledo que les digan a la cara que son coalición con los rojos en Europa; a los que votan verde les da lo mismo meter en sus listas a progres ex-rojos como Girauta y compañía, o ese extraño sionismo radical a lo Milei.
Los partidos del sistema son lo que son. No dan más de sí.
¿Y fuera del sistema? La irrupción de Alvise es una anécdota porque desgraciadamente no profundiza. Su tono desenfadado, directo y bruto supone un desahogo para muchos. Es como una válvula de escape que sirve para bajar la presión. Es verdad que representa el hartazgo de los que quieren menos corrupción, mas patriotismo, más libertad y más seguridad. Pero el hecho de que Alvise aludiera en su discurso de la noche electoral al Chiquilicuatre en su discurso dice mucho sobre su programa.Ultraderecha homosexualista
¿De los que pensamos que la homosexualidad es un desorden y el aberrosexualismo político una ideología corrosiva?
Si lo que quieren es que no haya palizas a los afeminados que denuncien cualquier clase de paliza callejera y punto. Que hagan como hacen con lo de la "violencia intrafamiliar" con la que se pide simplemente respeto para todos sin rollos feministas. ¿No?
Con este tipo de campañas Vox se hace un poquito el progre para que le perdonen la vida y dejen de llamarles fachas. Tal vez ganen algunos votos peperos.
Que les vaya bien, pero que no nos hablen de regeneración moral, de tradiciones o de reconquista. La resurrección de la España tradicional no vendrá de recortes en la verdad sino de su defensa radical, con caridad hacia todas las personas, y con intransigencia en los principios.
Y digo "presunta homofobia" a propósito porque la relación del islamismo con las aberraciones sexuales daría para hablar largo y tendido. El hecho de que las ultimas versiones rigoristas del islam -como las icónicas grúas de Teheran- sean represoras del homosexualismo no nos puede hacer olvidar que en otras escuelas, momentos y lugares los mismos musulmanes han tolerado y promovido todo tipo de vicios y aberraciones. El niño mártir San Pelayo es un buen testigo de ello. Porque fue asesinado por no consentir en ser sodomizado por Abderraman III y sus muchachos. En la refinada Córdoba del siglo X llegó a existir un barrio casi exclusivo para afeminados.
En fin, volviendo a esos gestos "gay friendly" de la derecha más derechosa: hay que condenar cualquier ataque gratuito a cualquier persona, claro que sí, pero ¿por qué entrar en ese juego de decir que aquí en occidente el homosexualismo es parte de nuestra cultura y poco menos que una institución que haya que defender? No. Ese no es el camino. "Demasiado mariconeo" también aquí, me temo.
2 jul 2024
Una crítica un poco bruta a la monarquía
"Esta repugnante monarquía que padecemos devastó el siglo XIX español. El indeseable de Fernando VII nos costó..., ¡bueno!, la p*** de su hija, la isabelona, nos costo... , el oligofrénico meapilas de su tito, el Carlos María Isidro, nos costó tres guerras carlistas. ¡España desangrándose por estos p**** borbones!"
¡Uf!