El 29 de septiembre de 1833, tal día como hoy, muere Fernando VII. El heredero legítimo, su hermano Carlos V, no quiso que se conspirara previamente en su favor por lo que se puede decir que el Carlismo cumple hoy 190 años.
Quiero felicitar por ello a todos los carlistas, a los viejos, a los nuevos, a los que recibieron la boina roja al nacer y a los que acaban de llegar después de una búsqueda valiente. Felicito a los que llevando la carga de un apellido ilustre tratan sinceramente de ayudar a la Causa. Tambien a todos esos españoles que son carlistas sin saberlo, porque ansían una España que vuelva a sus raíces, sin partidos, justa, diversa y unida en torno a la Fe y a la Monarquía.
Me siento muy honrado de estar sirviendo, junto a los otros miembros de la Junta de Gobierno de la Comunión Tradicionalista Carlista, a los españoles más íntegros, mas honrados y más valientes. Todas las profecías políticas que formularon nuestros mayores hace 190 años se han cumplido con creces. Nuestras derrotas son el testimonio de la maldad de las ideologías y del poder de unas mentiras que no hemos sido capaces de vencer. España es hoy una cáscara vacía, un cuerpo en descomposición en el que sin embargo crecen aún pequeños núcleos de resistencia. Esos son los carlistas, la España que no se resigna a morir, la que pone su confianza en los planes de la Providencia más que en sus propias obras.
Por eso aquí seguimos. Inasequibles al desaliento. Con la moral de victoria intacta. Porque mientras quede un carlista con vida hay esperanza. Mejor que yo lo dijo Valle-Inclán:
Mientras quede un brazo que mueva una honda,
Mientras queden piedras en los pedregales,
Mientras tenga ramas esta vieja fronda donde cortar picas para tus zagales,
Mientras en tu pro se mueva una lanza
Rey, para tu gloria hay una esperanza.
Ramón del Valle-Inclán (1866-1936) en Voces de gesta (1911)
¡Feliz día de San Miguel! ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva España! ¡Viva el Rey!