Lo que Navarra vivió a principios del siglo XVI fueron unos años turbulentos marcados por las guerras de banderías nobiliarias, corruptelas eclesiásticas y tensiones internacionales europeas. En la guerra de Navarra intervinieron castellanos, aragoneses, franceses, suizos, alemanes e italianos. Al final hubo un cambio de dinastía pero nunca se planteó la extinción del reino. El reino de Navarra salió de aquel periodo pacificado y fortalecido en sus instituciones. Fernando el Católico y los reyes de la casa de Austria juraron siempre los fueros navarros y las tensiones y problemas fueron los habituales en cualquier otro estado de la Cristiandad. Nadie, a principios del siglo XVI, se planteaba aquel proceso como un conflicto étnico entre vascos y españoles. Nadie. Ese es un anacronismo absurdo inventado por la mitologia euskadiana.
Las lealtades de entonces eran las propias de un sistema tardofeudal, lealtades personales y familiares. Y, como mucho, lealtad al reino y sus instituciones. Nunca nadie hablaba entonces de nación al estilo nazionalista ni empleaba la palabra pueblo al estilo liberal o marxista. De hecho, es patético que el nazionalismo vasco pretenda sacar partido de un episodio histórico en el que se manifiestó como pocas veces separación y animadversión entre guipuzcoanos y navarros. Tal como han mostrado los cañones del escudo várdulo hasta la revisión peneuvista.
Lo que terminó con el reino de Navarra en 1841 (y con todos los demás reinos y consejos de la Monarquía) fue la ideología jacobina del nacionalismo liberal. La misma que inspiró, por imitación, a los nacionalismos periféricos en todos los rincones de la Hispanidad.
Lo que terminó con el reino de Navarra en 1841 (y con todos los demás reinos y consejos de la Monarquía) fue la ideología jacobina del nacionalismo liberal. La misma que inspiró, por imitación, a los nacionalismos periféricos en todos los rincones de la Hispanidad.
La manipulación de la historia de la conquista de Navarra y su anexión a la Corona de Castilla, en fin, tal como la hacen los euskadianos ahora, es un típico caso de historicismo aprovechado. Y no tendría ningún sostén si no fuera por el dinero del PNV y las bombas de ETA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario