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12 ene 2024

¿Vox como Ciudadanos?


Se van a cumplir cuatro años desde que escribí un articulillo titulado "El mejor Vox de la historia" así que no se dirá que no lo avisé. Que no había que emocionarse, que aquello de Abascal no era el inicio de ninguna reconquista.

Ahora algunos están diciendo que Vox va a terminar como Ciudadanos. ¡Pues claro que va a terminar como Ciudadanos! Empezó como ciudadanos, y siguió como Ciudadanos y por eso va a terminar como Ciudadanos. Lo raro sería que un partido político convencido de la necesidad de los partidos políticos no se comportara como un partido político.

Los carlistas llevamos 190 años estudiando cómo nacen, crecen, se reproducen y mueren los partidos políticos. Independientemente de las buenas o malas intenciones de sus jefes, de la rectitud o acierto de sus programas, los partidos son así. El caso de Podemos, por ejemplo, es de libro. Crecieron cuando apostaban por los círculos, las mareas y los movimientos asamblearios y se secaron cuando Pablo Iglesias decidió hacer un PCE 2.0.

Me dicen que, hombre, que ahora que están Sánchez y Puigdemont tan crecidos que no me ponga a criticar a la derecha. Lo que pasa es que mi misión como carlista es servir a España cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Los maquiavelismos para otros. Nosotros no nos alegramos de que se desinfle Vox en cuanto que actúa de freno al desastre, ojalá tuviera mucho éxito en esa tarea, pero alguien tiene que decir que no, que todo eso que llamamos "la derecha" es parte del problema. Que si seguimos intentando apagar el fuego con gasolina no arreglaremos nada.

Desengáñense. El pluralismo del que alardea el sistema constitucional es de mentira. Los que mandan de verdad han establecido en Occidente una bi-partitocracia, una dictadura bicéfala en cada territorio, porque es la forma que se les ha ocurrido de mantener un sistema totalitario con apariencia democrática. Los partidos son a la corrupción como las bandas organizadas al crimen. Son la institucionalización de los peores vicios del político. Por eso los partidos alternativos no suelen durar mucho. Porque las grandes mafias, como la banca, siempre ganan. Esto lo sabe cualquier politólogo que se pare a pensar un poco.

También los carlistas lo sabemos por experiencia porque hemos sufrido el morbo partitocrático cada vez que nos hemos asimilado a un partido liberal. O sea, cada vez que nos ha dado por mirarnos el ombligo. Por eso al final somos más de partidas que de partidos. Por eso a veces parecemos un poco anarcos. Por eso tenemos el "Todos unidos, no partidos" como uno de nuestros lemas favoritos. Por eso clamamos siempre por la unidad de todos los Españoles. Por eso somos monárquicos. Por eso decimos ¡Santiago y cierra, España! Por eso estamos siempre tratando de organizarnos sin adoptar los tics típicos de los partidos. Porque de lo que tenemos que liberarnos, en fin, los españoles no es de los partidos malos, sino de los partidos.

Yo ya sé que nunca viene bien criticar el malminorismo de derechas porque siempre habrá un amenazante mal mayor de izquierdas. Por eso al Carlismo le pasa como a todos los profetas, que acaba apedreado o expulsado por aguafiestas. Pero es que nosotros no somos otro partido más del rollo partitocrático de esos que esperan su oportunidad para entrar en el reparto del pastel electoral o algo así. Nada más lejos de nuestra intención. A los carlistas no nos importa el Carlismo, nos importa España.

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