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16 dic 2022

¿Golpe de estado? No. La constitución también era esto


Señores constitucionalistas, esto no es un golpe de estado. Es sencillamente el cumplimiento de la constitución. Como la última ley promuerte que en breve firmará el jefe del estado. Exactamente lo mismo. Como todas las leyes sovietizantes que nos dicen cómo y cuándo podemos fumar, conducir, salir de paseo o poseer animales. 

Los ex-perroflautas que ahora gobiernan sosteniendo a caradecemento Sánchez no han venido para suprimir la constitución sino para darle cumplimiento. La consolidación de la partitocracia liberal es lo que ha hecho posible este régimen radicalmente positivista que nos obliga a afirmar que lo verdadero, bueno y bello es lo que decida la mitad mas uno del parlamento. O sea, lo que diga el gobierno y aquellos intereses ocultos que en última instancia son quienes manejan al gobierno. Todos los que creen en el mito de la soberanía nacional son culpables de lo que está pasando.

Hecha la ley, hecha la trampa, dicen. Así que en un mundo hiperlegalista al final como todo son leyes, todo son trampas. Porque ahora ya no existe nada valioso si no lo dice una ley. Si las cosas siguen así es cuestión de tiempo que veamos aún más mermadas todas las libertades. Porque las leyes, además de legales, han de ser justas, en eso consiste la libertad.

El régimen del 78 se ha mantenido dentro de un orden, en un suave declive de todos los indicadores sociales, no por su fortaleza interna sino por las inercias morales de los españoles de antes que son las que han frenado la corrupción general. Ahora ya quedan pocos límites porque uno tras otro, tal como estaba previsto en la constitución, están siendo barridos por el rodillo partitocrático. Si queremos salir de esta más nos valdría olvidarnos de la inútil, contraproducente y absurda receta constitucionalista.

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