No olvido que los mismos progres que ahora os arrodilláis ridículamente con el gesto del BLM sois los nietos de los esclavistas, los segregacionistas y los luteranos del apartheid que en su momento eran lo más moderno del mundo.
No olvido que los mismos que ahora imponéis letreros en viejas lenguas pastoriles -y lo digo sin afán de ofender a nadie- sois los que no hace tanto tiempo decretábais la obligatoriedad de una sola lengua oficial normalizada en vuestras repúblicas bananeras revolucionarias.
No olvido que vosotros, los progres que os dedicáis compulsivamente a pesar el CO2 del aire y a medir la carbonilla sois los mismos que inventasteis las cadenas de montaje, el ferrocarril y los petroleros.
No olvido que vosotros, que ahora presumís de arrojar solamente bombas ecológicas y selectivas fuisteis los inventores del militarismo y la guerra total.
No olvido que vosotros, los llorones del despoblamiento rural -y del despoblamiento en general- sois los mismos que procurásteis tener a todos los "paletos" amontonados en los suburbios y los mismos que lleváis décadas dictando leyes pro-muerte.
No olvido en fin que estáis, progres, buscando una moral universal, un credo internacional, un gran imperio benéfico y que sois los mismos que habéis arrasado la Tierra con guerras nacionalistas y con una persecución constante a todo lo que ya era católico (universal).
La historia no os perdona, progres, porque deja en evidencia vuestra inconsistencia, vuestras palabras vacías y el papel mojado de vuestras bellas declaraciones. No lograréis engañar a todo el mundo durante todo el tiempo. Mientras haya un estudiante de historia habrá esperanza.
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