En casa tenemos la sana costumbre de leer a los niños casi todas las noches. Hoy hemos terminado El Hobbit y sé que pase lo que pase mis hijos siempre recordarán cómo viajaron con su padre, viviendo las más increíbles aventuras, acompañando a unos personajes inolvidables.
"¡Claro! - dijo Gandalf-. ¿Y por qué no tendrían que cumplirse? ¿No dejarás de creer en las profecías sólo porque ayudaste a que se cumplieran?"
Así termina esta historia. ¡Qué gran reflexión final para un gran libro!
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