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7 dic 2019

El profeta Elías y el cambio climático

La mentira del calentamiento global es una versión refinada del terror que provocó "La guerra de los mundos" de Orson Welles. Una patraña destinada a establecer en última instancia una dictadura mundial. La literatura lleva siglos advirtiéndonos de esta amenaza.
Ahora no son los marcianos ni los selenitas ese enemigo exterior que impulsa a la masa al sometimiento sino la engañifa climática. ¿Será esta la mentira definitiva? No lo creo. Este terror apocalíptico ya lo han experimentado antes en nuestras carnes con otras medias verdades: la capa de ozono, la gripe aviar, las armas de destrucción masiva, las vacas locas, el ébola… son solo algunos ejemplos de las campañas sembradas para ensayar un poder que se autojustifica por el terror y en nombre de la seguridad.
No es verdad que el hombre tenga poder sobre el clima. La Tierra se mantiene en un admirable equilibrio porque así lo quiere Dios. Los milagros solo Él los hace. Él es el único que puede mandar diluvios o poner fin a la sequía. Está todo escrito. Lean la historia de Elías en el primer Libro de los Reyes. Les hará pensar. Aquel profeta anunció al rey Ajab -y lo demostró- que el fin del cambio climático llegaría cuando se abandonara el culto idolátrico al dios Baal. Fue entonces Yavé quien acabó con la sequía y restableció el "orden climático" por medio de su profeta Elías. Es una estupidez creer que los microbios humanos podamos tener fuerza como para cambiar la temperatura de una bola que gira a 30Km por segundo alrededor del Sol, una estrella de fuego que arde a 15 millones de grados, y que está a 150 millones de Km de la pequeña Tierra. … Y mientras tanto nosotros extrañados porque la temperatura de esta bolita azul pueda oscilar en uno o dos grados más allá de nuestras costumbres.
Oigan. Si de verdad les preocupa el clima hagan rogativas al Dios Creador del Universo, y abandonen esas ideologías raquíticas que recuerdan al inútil Baal. Y lean la Biblia. Por ejemplo la instructiva historia de José. ¿No se acuerdan de las vacas gordas y las vacas flacas? Aquello que preocupaba al Faraón también era un cambio climático. ¿Y qué hizo José? ¿Buscó acaso una niña autista para que ejerciera de sacerdotisa animista? ¿Se dedicó a aterrorizar a la gente exigiendo de paso más poder? No. Lo que hizo fue construir graneros.
Y en cuanto a esa pobre niña no teman, no es el Anti-Cristo. No llega a tanto. La pobre Greta es, como mucho, una especie de Anti-Juana de Arco. Pasará.

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