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22 may 2014

Lo que más o menos dije en el mitin de IMPULSO SOCIAL en Valencia

Viniendo para acá he visto campos sembrados, muchos campos. Está todo verde porque estamos en plena primavera. Y pensaba que nuestro IMPULSO SOCIAL es un proyecto que está en plena siembra. Estamos sembrando. Pero claro, el 25 de mayo lo tenemos ya encima así que tal vez no haya llegado todavía el tiempo de la cosecha. ¿Verdad que sería complicado recoger naranjas ahora?
Nadie dijo que esto fuera fácil. Así que, el día 25, que nadie se emocione más de la cuenta. Y, por supuesto, que nadie se desanime. Lo del 25 va a ser una encuesta y los resutados que obtengamos, los frutos tempranos que podamos cosechar serán lo normal y lo lógico.
Lo cierto es que cuando uno sigue la campaña de cerca podría dejarse llevar por un exceso de emoción al ver las cosas que tenemos a favor:
- La misma realidad de nuestra coalición, la calidad humana de los voluntarios, los candidatos que, está mal que yo lo diga, pero somos más guapos y más inteligentes que la media.
- Las ideas claras que llevamos en nuestro programa.
- La necesidad, la tremenda necesidad que tiene España de nuestra presencia.

Pero, siendo realistas, es importante también darse cuenta de todo lo que tenemos en contra:
- La fuerza de los progres, de un mundo dominado por las ideologías que funciona a base de consignas, que no razona, que se contradice pero que no deja espacio a la verdad. Progres como esos jóvenes batasunos que intentaron reventarnos el mitin de Pamplona hace unos días.
- La gran masa inútil de los miedosos, de los cobardes que se agarran a un clavo ardiendo por miedo a los progres. Gente que dice que tiene principios, que dice que quiere votar valores pero que a la hora de la verdad no se moja, no se arriesga.
- La enorme desconfianza, la apatía y el hartazgo de los abstencionistas. Como esas personas con las que hablé hace unos días visitando el mercado municipal del segundo ensanche de Pamplona: unos eran partidarios de colgar a los políticos, la otra mitad preferiría instalar la guillotina. Ese ambiente hostil y duro es el que muchas veces nos encontramos cuando nos presentamos como políticos. Imaginaos lo difícil que es construir algo en ese erial.
- No podemos dejar de hacer algo de autocrítica y reconocer que también hay errores propios, fallos de todo tipo, descoordinaciones... es lo que pasa cuando los que nos hemos juntado en Impulso Social no somos profesionales de la política, que metemos la pata muy a menudo, y eso se nota.

El resultado de todos estos pros y todos estos contras es el silencio, un enorme silencio mediático y social contra el que estamos luchando todos los días de esta campaña electoral.
Lo bueno es que, cuando se nos oye, cuando se nos da la oportunidad de exponer lo que somos y lo que queremos... crecemos. Y tenemos un campo de al menos cientos de miles de españoles para crecer.

Podemos crecer incorporando a Impulso Social a todos aquellos que creen que el crimen del aborto debe ser penalizado, sin medias tintas, de la misma forma que se penaliza cualquier otro crímen o delito.
Podemos crecer sumando a todos aquellos que nunca renunciarán a la familia como Dios manda. A los que no se emocionan con la ideología de genero o con la "mujer barbuda" de Eurovisión -que es un fraude porque es un hombre disfrazado de mujer- sino que, puestos a elegir, se quedarían con un personaje estrafalario como Rodolfo Chiquilicuatre -¿os acordais? porque al menos él fue para reirse de ese concurso decadente.
Podemos crecer contando con aquellos que están hartos de la intromisión estatal en todos los ámbitos, como en el ámbito educativo de manera muy significativa.
Podemos crecer, por último, si nos unimos todos los que pensamos que la partitocracia es el problema político número uno que sufrimos... un problema que nos divide ante las instancias europeas, en un ámbito en el que, por el contrario, debieramos mostrarnos más unidos que  nunca.

En resumen: cada día que pasa estamos creciendo, pero todo es más lento de lo que uno quisiera... porque nadie dijo que esto fuera fácil. Estamos sembrando y lo que necesitamos ahora son las virtudes del sembrador. Eso es lo que me atrevo a pedir ahora, no el voto -que eso lo doy por supuesto- sino:
- CONFIANZA. En unos principios verdaderos y salvadores.
- ESPERANZA. Porque con la ayuda de Dios ya llegará la cosecha. Cuando sea. Aunque no sea este 25 de mayo.
- PACIENCIA. Que es lo mismo que yo suelo pedir a mi mujer. Paciencia unos con otros. Gracias por la paciencia que habéis tenido connmigo. Muchas gracias!

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